Se veía venir. Las declaraciones de Marchionne, el nuevo capo de La Scudería, calificando de "desastre el año 2014" han escocido al hombre que comenzó dirigiendo la temporada en Ferrari. Luca di Montezemolo ha sido más elegante que Marchionne, alguien que se ha caracterizado más por sus gruesas declaraciones que por sus brillantes decisiones, y ha remitido una carta en la que advierte:
"Querido Marchionne. No tengo la intención de caer en las provocaciones. Pero mi trabajo y el de los que ganaron en los circuitos y mercados con Ferrari merecen un respeto". Además de las descalificaciones al trabajo de la temporada pasada, Marchionne también afirmó que "Ferrari se opondrá a una Presidencia de Montezemolo en la Fórmula 1 por razones de oportunidad y el juego limpio contra los opositores". Marchionne ha desenterrado el hacha de guerra contra su predecesor, quien espera el momento oportuno para devolverle el golpe.
Montezemolo advirtió, en una entrevista a la agencia italiana ANSA, que "me prometí a mí mismo no crear polémica por el profundo amor que tengo por Ferrari, por el respeto que se merecen los que trabajan hoy y los que trabajaban antes allí y ganaron tanto en los mercados y en la pista. Durante semanas he sido testigo de declaraciones, que en algunos casos no corresponden con la realidad. No tengo la intención de caer en esas provocaciones. El éxito deportivo de Ferrari, el mayor que ha conseguido jamás cualquier escudería, la fuerza y el prestigio alcanzado por la marca en el mundo, además de los resultados financieros hablan por sí solos y nos convierten en la mejor compañía de la historia".
