No es que Florentino Pérez se prodigue mucho en los medios de comunicación, más bien todo lo contrario. El presidente del Real Madrid siempre ha preferido los hechos a las palabras, y de ahí que una de sus íntimas satisfacciones sea observar en la sombra la relevancia universal alcanzada por la entidad blanca.
Por supuesto, él se considera artífice principal de ese prestigio mundial del Real Madrid y nunca ha ocultado el enorme poder -en casi todos los ambitos- que conlleva esa posición. Este verano, sin embargo, ni el club ni su máximo dirigente han copado portadas. Al contrario, han pasado de puntillas por el mercado de fichajes y, además, están inmersos en dos feos procesos sancionadores que afectan a las áreas deportiva y económica respectivamente.
El pilar fundamental sobre el cual Florentino Pérez ha basado el crecimiento de la entidad es la contratación de los futbolistas más mediáticos -y más caros- del mundo, sin importarle mucho ni poco si el entrenador de turno estaba de acuerdo con esas incorporaciones.
Este verano de 2016, sin embargo, el Real Madrid sólo ha incorporado a su primera plantilla a dos excelentes y jóvenes futbolistas españoles, Morata y Asensio, el primero un canterano blanco repescado de la Juventus y el segundo un jugador propio que estaba cedido en el Espanyol. Nada más.
La argumentación del presidente hace apenas unos días no cuadra con los habituales veranos de negociaciones interminables y lujosas puestas en escena en el Bernabéu. "Es una temporada llena de retos, hemos logrado la Supercopa y hemos ganado los dos primeros partidos -dice Florentino-. Tenemos una plantilla espectacular imposible de mejorar. También un entrenador como Zidane, cuyas aportaciones han sido indispensables".
Unas presuntas satisfacción y contención que resultan inusuales en sí mismas y sorprenden aún más teniendo en cuenta la sanción que pende sobre el Real Madrid (y sobre el Atlético). El Comité de Apelación de la FIFA está tardando más de lo previsto, pero en cualquier momento fallará y ni los propios clubes españoles tienen fe en que les revoquen el castigo que casi con seguridad les impedirá fichar hasta enero de 2018.
Al igual que le ocurrió al Barcelona, los dos clubes madrileños fueron castigados por irregularidades en los fichajes de jugadores de las categorías inferiores. Ambos recurrieron y están esperando la mencionada respuesta.
Otro proceso sancionador es el iniciado por el Ayuntamiento de Madrid "para recuperar en tiempo y forma la ayuda de 18,4 millones de euros que el Estado concedió ilegalmente al Real Madrid", según dictaminó la Comisión Europea.
Con el comienzo de septiembre finalizó el plazo de dos meses dado por Bruselas para que el Consistorio que preside la alcaldesa, Manuela Carmena, presente a la Comisión Europea el importe total que debe recuperarse. También debe describir las medidas adoptadas para recuperar esta ayuda y aportar los documentos que demuestren que se ha ordenado al club el reembolso de la misma. El Real Madrid ya anunció que recurrirá ante los tribunales de Justicia de la Unión Europea.
De esta manera, el Consistorio asegura que cumplirá "en tiempo y forma con las disposiciones de la Unión Europea", tras el fallo de la Comisión del pasado mes de julio. Dicho fallo denuncia las presuntas ayudas estatales concedidas al Real Madrid "en forma de ventajosa transmisión de bienes inmuebles" propiedad del Ayuntamiento de Madrid.
Se hizo a través de un convenio suscrito con el Consistorio en 2011 que pretendía resolver un problema jurídico en relación a un convenio anterior, de 1991, y una permuta de bienes. Con su fallo, la Comisión Europea obligó al Ayuntamiento de Madrid a recuperar esta ayuda, cuantificada en 18,4 millones de euros, una cifra a la que habrá que sumar los intereses desde la fecha en que los bienes se pusieron a disposición del beneficiario hasta su recuperación.
Demasiados frentes abiertos y demasiado perfil bajo de respuesta pública a todos ellos por parte de una entidad tan influyente como el Real Madrid y de un presidente con tanto poder como el que posee Florentino Pérez.