Fernando Alonso quiere volver a subirse a un coche de Fórmula 1 cuanto antes. Lógico. Es su trabajo, además de su pasión. El problema reside en su estado de salud. Si, según publica el diario As, el piloto español sigue teniendo la novena costilla rota, ¿por qué se subió de nuevo a un avión para realizar un largo viaje hacia China, donde este fin de semana se disputa el tercer gran premio del Mundial 2016?
Este jueves los médicos de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) le harán un examen y decidirán si puede correr o no. En el anterior GP, disputado en Bahréin, el asturiano recibió una respuesta negativa después de un chequeo similar.
Si se repitiese la respuesta negativa, la pregunta es obvia: ¿por qué no se le realizaron dichas pruebas médicas antes de viajar y así el asturiano podría seguir recuperándose y reposando, que es el mejor remedio en este tipo de lesión? Sigue resultando muy extraña la forma de manejar este asunto, donde parece que Alonso actúa por su cuenta, sin que McLaren haya aparecido en ningún momento para informar de la evolución de su estrella.
Piloto y equipo confían en que Fernando recibirá el permiso pertinente. Por si acaso, el ovetense mete presión a su manera. Desde sus cuentas de redes sociales, tal y como lleva haciendo desde el primer momento. Así, ha dejado bien claro que ya está en China y que pasea tranquilamente por las calles de Shanghái:
Nihao Shanghai #mclarenhondaUna foto publicada por Fernando Alonso (@fernandoalo_oficial) el 11 de Abr de 2016 a la(s) 2:18 PDT
Callejeando.... #shanghaiUn vídeo publicado por Fernando Alonso (@fernandoalo_oficial) el 11 de Abr de 2016 a la(s) 5:49 PDT
La buena noticia, que a buen seguro sustenta el citado optimismo en la escudería británica, es que el neumotorax que padecía y le fue detectado en Bahréin ya está curado. Ello supone que formar parte de la parrilla de salida conlleva menos riesgo, pero los doctores deberán valorar si se dan las condiciones para ponerse a más de 300 km/h con una costilla rota.