"Massa es de los pocos amigos que tengo en la Fórmula 1", se sinceró Fernando Alonso hace apenas un mes. Poco ha tardado el brasileño en demostrar que esa amistad es, como poco, cuestionable. Así, Felipe Massa, en una entrevista con la revista Autosport ha desenterrado el asunto más turbio de la carrera de Alonso en la Fórmula 1: el llamado crashgate del GP de Singapur 2008.
Aquella carrera la ganó Fernando Alonso después de que su entonces compañero en Renault, Nelson Piquet, se estrellara de forma inesperada y extraña contra el muro del circuito.
El plan de Renault para causar el accidente fue juzgado un año después. La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) consideró probado el "engaño". Flavio Briatore, director de la escudería, fue sancionado a perpetuidad y Pat Symonds, director técnico, suspendido por cinco años. Symonds vuelve a la F1 en 2014 y precisamente como director de Williams, equipo que acaba de fichar a Massa.
Fernando Alonso fue absuelto porque la FIA consideró que no tenía conocimiento del plan fraudulento de la escudería francesa. Massa ya declaró entonces que no creía en la inocencia del asturiano. Ahora, una vez que ya no le une nada a Ferrari ni a Fernando Alonso, insiste: "Lo sabía todo, pero nunca me lo diría".
El brasileño va más allá. Y parece que tiene intención de seguir removiendo el asunto: "Por supuesto, voy a hablarlo con Pat Symonds, pero estoy seguro de que él no fue el protagonista principal de lo que pasó. A veces la gente paga más de lo debido. Yo sé cómo funcionan estas cosas en la F1, pero definitivamente lo voy a hablar con él".
Massa tiene clavado en el alma este asunto porque él, una vez que la FIA declaró probada la trampa, considera que el resultado de esa carrera debería haber sido anulado. Y si hubiese sido así, el brasileño sería campeón del mundo de Fórmula 1 en lugar de Lewis Hamilton, poseedor del título aquel año. Por eso, en su interior, nunca podrá ser amigo del alma de Alonso.