Todos los fines de semana las mismas palabras, idéntico mensaje en cada una de las ruedas de prensa que, en varios, idiomas, da Fernando Alonso. Sigue vendiendo esperanza futura, pero en Suzuka, la casa de Honda, ha lanzado dos mensajes especiales.
El primero, dirigido al equipo -autoincluyéndose él mismo-, exige un sobreesfuerzo para salir del pozo en el que siguen metidos desde hace meses:
"Todos tenemos que mejorar: desde el primer mecánico hasta los pilotos"
"Todo el mundo en el equipo hace lo que puede. Todos trabajan 24 horas al día para mejorar la situación en todas las áreas porque tenemos que mejorar rendimiento, fiabilidad y algunos de los procedimientos del fin de semana como la filosofía de los entrenamientos libres, las paradas en boxes, como se vio en Singapur -hubo varios errores-, y algunos fallos que cometemos los pilotos a veces. Todos tenemos que mejorar: desde el primer mecánico hasta los pilotos".
El segundo mensaje, muy directo y sincero, es para los cientos de miles de aficionados que a lo largo del mundo tienen tanto McLaren como el propio bicampeón mundial español:
"Cuando nos vimos cinco segundos fuera de ritmo en Australia -primera carrera del Mundial- ya descartamos estar en el podio aquí en Japón. Tener un coche más o menos competitivo no está en nuestras manos ahora. Nos lo seguimos tomando como un test. Ya sé que esto es complicado de entender desde el punto de vista del aficionado, y merecemos ser criticados porque las prestaciones que damos en la pista no es lo que se espera de nosotros, pero desde el equipo lo vemos distinto, no podemos dar más de lo que damos".
"Necesitamos más horas de trabajo durante el invierno, más tiempo para cambiar ciertas partes de un motor que no estaba para competir en el arranque del campeonato. Sé que detrás tenemos un grupo de ingenieros inteligentes, muy buenos, que en algunos momentos han tenido que ir muy rápido y asumiendo riesgos".