Fernando Alonso había criticado muchas veces, con razón, las prestaciones de los bólidos Ferrari que ha tenido que pilotar desde que llegó a la Scuderia pero, harto de luchar en inferioridad, especialmente los sábados, tras el GP de Hungría fue un poco más ácido de lo habitual. Dijo que su equipo "va recogiendo lo que dejan los otros" y esas palabras hirieron el corazón rosso que amaba a su piloto número uno. ¿Hasta el punto de partirlo para siempre?
Siempre es difícil conocer la verdad en la Fórmula 1, el reino de la mentira, pero hay gestos y actitudes que delatan. Y más en una situación tan especial como la vivida en el reciente GP de Bélgica, donde Alonso remontó de la novena a la segunda posición tras una actuación impecable de equipo y piloto. Por eso sorprende la frialdad.
El gesto serio del asturiano en el podio puede entenderse por su ambición ganadora y porque precisamente al único que no pudo adelantar es a Vettel, su gran rival y principal favorito a birlarle por cuarto año consecutivo el título mundial.
Lauda: "Los mecánicos de Alonso trabajan día y noche en un coche que no es tan bueno como el Red Bull, y él se queja. Pero tienes que motivar constantemente a la gente, los italianos son muy sensibles"
Sin embargo, quizás influyó también en la cara de póker de Alonso el hecho de que los mecánicos no celebrasen especialmente su gesta. En el muro, cuando llegó a la meta, salieron a recibirle dos funcionariales operarios a quienes no les salía ni una sonrisa.
Y bajo el podio, donde la muchachada de Ferrari suele poner la nota alegre y bullanguera, hubo mucha menos presencia roja de la habitual y escaso entusiasmo. El ovetense fue muy seco y apenas tomó parte en la conversación mantenida en la antesala por sus compañeros Vettel y Hamilton y luego, en el podio, le costó sonreír.
Algunos periodistas presentes en Spa y habituales en todos los circuitos corroboran esa tensión interna de Ferrari y vislumbran como única posible solución una victoria de Alonso en casa, el GP de Italia del próximo 8 de septiembre.
Lauda: "A veces Alonso realmente es desagradable"
Ni así es seguro que el ambiente vuelva al de sus mejores tiempos. Quizás la clave la dio Niki Lauda, bocazas de guardia que esta vez habla con conocimiento: corrió cuatro años (1974 a 1977) de rojo y ganó con ellos dos títulos (75 y 77).
"Si pilotas para Ferrari, a veces tienes que esperar que el coche no sea tan bueno. Sin embargo, sus mecánicos trabajan día y noche en un coche que no es tan bueno como un Red Bull ahora mismo, y él se queja. Pero tienes que motivar constantemente a la gente. Los italianos son muy sensibles", opinó el expiloto austriaco en la televisión RTL.
"Ellos esperan que diga: 'No gané, pero quiero agradecer a todos que terminamos segundos y ahora vamos hacia arriba. Esa es la manera de tratar con los italianos'. Tiene que ser un poco cuidadoso", insistió Lauda.
"A veces Alonso realmente es desagradable. Para mí, en conjunto, es el mejor piloto que hay pero, si en comparación con Vettel, Hamilton y Rosberg, perdiese sus dos décimas de 'magia', entonces habría que ver cuál es su reputación. Por el momento vive de su rendimiento", añadió.
El austríaco llegó incluo a insinuar que ese carácter del español podría llegar a hartar a los máximos responsables del equipo. De momento, la otrora luna de miel entre Alonso y la "sensible" Ferrari está entre paréntesis.
