Yasuhisa Arai, jefe de motores de Honda, ha mostrado su perfil más optimista en unas declaraciones que publica la revista especializada Autosport. Pese al más que discreto comienzo de Mundial de la escudería McLaren, el directivo japonés lo ve todo de color rosa. O eso dice.
Para empezar, desmiente con rotundidad la existencia de fuertes desavenencias internas desveladas hace unos días por Carmen Jordá, piloto de pruebas española de Lotus. “La relación es muy estrecha y hay una buena comunicación con McLaren. Todos estamos trabajando juntos, muy felices y sonriendo”, asegura.
“Tenemos un montón de ideas que debatimos con McLaren todos los días. Debemos elegir cuáles son las mejores y aplicarlas al chasis y al motor. Hay que ir paso a paso, pero muy rápido. Cada día de trabajo es emocionante y estimulante”, añade Arai.
El nipón no sólo parece creerse su discurso, sino que eleva su esperanza hasta cotas ciertamente elevadas: "Creo que en Mónaco y Canadá tendremos grandes oportunidades de puntuar y espero conseguir un podio en la mitad de la temporada”.
Y, como traca, abandona la proverbial prudencia oriental cuando se atreve incluso a decir que McLaren estará a la altura de Mercedes, Ferrari y Williams. "Sí, creo que les alcanzaremos. Hacia el final de la temporada deberíamos lograrlo, es nuestro objetivo".
Y lo argumenta: "Ha habido un gran avance desde los tests de Jerez hasta la carrera de Barcelona, un gran cambio. Hay muchos esfuerzos dedicados a este proyecto, mucha sabiduría reunida y muchas características de la unidad de potencia han cambiado. Es prácticamente un motor nuevo". Y precisamente el jefe de motores debe entender de eso.
Por último, el Arai hizo el tradicional guiño a la legendaria época en la que McLaren Honda dominó la Fórmula 1: "Creo firmemente que podemos repetir ese éxito que tuvimos y volver a tener una época dominante en la F1. Tenemos una gran historia con Mclaren, en 1988 ganamos 15 de 16 carreras y todos lo saben, por eso hay una gran presión sobre mí y sobre todos".