"Día a día vemos grandes avances. Estoy seguro de que nuestros esfuerzos provocarán que lleguen los resultados". El que habla es Yasuhisa Arai, vicepresidente de investigación y desarrollo de Honda y penúltimo en subirse al carro del optimismo que circula desde hace semanas por Woking, sede de la escudería mitad británica mitad japonesa.
En declaraciones al diario finlandés Turun Sanomat, Arai no escurrió el bulto a la hora de reconocer los graves problemas sufridos por Jenson Button en Baréin, pero tres semanas después los analiza desde la esperanza: "Estoy seguro de que vamos a poder resolver los problemas. Hemos trabajado muy duro para la primera carrera europea”.
“Aún no hemos logrado los resultados que queríamos pero hemos podido mejorar mucho, algo que ya pudimos ver con el rendimiento de Alonso en Baréin, tanto en clasificación como en carrera. Estamos escalando una montaña, aunque todavía nos falta llegar a la cima. Primero queremos sumar puntos, luego podios y finalmente competir con Mercedes. Esos son nuestros objetivos progresivos para las 15 carreras que quedan", añade.
Suena realmente ambicioso, sobre todo teniendo en cuenta que el propio Arai reconoce que todavía existen unos cuantos problemas por resolver, tanto en el apartado puramente técnico como en el logístico.
Nadie puede poner puertas a la ilusión, pero ¿qué sucederá si tantas buenas palabras derrapan de nuevo sobre el asfalto catalán? Si el prometido salto se queda en saltito, o ni siquiera eso, la decepción podría convertirse en depresión y lastrar lo que queda de Mundial.