Ferrari trama algo. O, de lo contrario, sus rectores se han vuelto locos. Sólo así se explican las numerosas decisiones en el departamento de recursos humanos que han provocado una revolución interna en la Scuderia.
La nómina de despidos, dimisiones o salidas es extensa: Montezemolo, Domenicali, Mattiacci, Fry, Marmorini, Tombazis, Hamashima, Stella, Alonso y De la Rosa. De momento.
Con todo, lo de verdad sorprendente son las incorporaciones. Por ejemplo, la de Jock Clear, un ingeniero de desarrollo de Mercedes que ha trabajado en primera fila con Lewis Hamilton. La labor de Clear ha sido clave para que el piloto inglés se proclamase campeón del mundo en 2014.
Al haber abandonado el equipo alemán ahora, Clear no podría trabajar en otra escudería durante un año, pero Ferrari quiere que empiece cuanto antes, así que intentará que Mercedes permita al ingeniero saltarse ese descanso obligatorio.
La Scuderia tiene prisa por desarrollar su bólido de 2015, y de ahí que haya anunciado un cuarteto de pilotos reservas o probadores: Esteban Gutiérrez, Jean-Eric Vergne, Marc Gené y Davide Rigon.
Un mexicano, un francés, un español y un italiano. Suena a comienzo de chiste, pero lo realmente ingenioso surge de una pregunta inevitable: ¿para qué tantos pilotos de pruebas si los entrenamientos están más que restringidos?
Tan chocantes movimientos de Ferrari ha encendido algunas alarmas en la Fórmula 1. ¿Saben algo en Maranello que desconoce el resto?
En esa misma línea, Bernie Ecclestone, admirador confeso de la Scuderia y de Sebastian Vettel -piloto principal de Ferrari en 2015-, ya ha anunciado que volverá a proponer que la F1 recupere los motores normales en la próxima reunión del Grupo de Estrategia. El cambio del antiguo motor V8 al turbo V6 ha elevado los costes de los llamados equipos cliente, los que tienen que pagar a los fabricantes que les suministran el motor para sus coches.
Marussia y Caterham han desaparecido de la parrilla, y el futuro de Force India, Sauber y Lotus está en el aire. Ecclestone cree que un cambio en los motores ayudaría a que estos equipos sigan en la F1 "porque su mayor problema es la cantidad de dinero que tienen que gastar en la unidad motriz".
"Creo que si metes a todos los equipos en una habitación, solamente habría uno interesado en mantener el motor actual, y ese es Mercedes. No puedo culparles porque han hecho un gran trabajo, y el resto no, así que tienen una amplia ventaja. ¿Es bueno para la F1? No lo creo, porque todos pondríamos nuestro dinero y apostaríamos a que ganarán el Mundial el año que viene, y probablemente el de 2016, algo que no es lo que estamos buscando", añade el patrón de la F1.
A lo mejor Ferrari da por segura esa vuelta atrás en el tipo de motores, 'intuye' que la F1 abrirá la mano en cuanto a sesiones de entrenamientos, y por eso tiene tantos pilotos probadores, para apurar los plazos en el desarrollo de esas nuevas mecánicas.
¿Y Honda, socio de McLaren, qué opina de todo esto? Porque en teoría ha invertido miles de horas y de euros para crear un motor con el que los británicos pudieran plantarle cara a Mercedes.
Si esa normativa y especificaciones técnicas vigentes desde el año pasado se desvanecen, McLaren-Honda tendría que comenzar de cero. A Fernando Alonso sólo le faltaba haberse equivocado de nuevo y que ahora Ferrari le diese a Vettel un coche competitivo.