La memoria de María de Villota recibió este martes la penúltima afrenta póstuma. Así, Marussia ha sido exculpada por la Health & Safety Executive (Comisión de Salud y Seguridad, un órgano gubernamental británico) de toda responsabilidad en el grave accidente que sufrió la piloto española de Fórmula 1 en julio de 2012 . Año y medio después, María falleció.
El informe de la HSE se cuida muy mucho de señalar tácitamente a María como culpable: "No es apropiado decirlo. Como ocurre en todos los accidentes, hay una serie de causas involucradas". Sin embargo, si la escudería y su coche han sido absueltos sólo queda un tercer factor implicado en el suceso. El factor humano. La piloto.
"La investigación ya se ha completado y no se tomará ninguna acción legal. Tanto el equipo como la familia de la piloto han sido informados", desveló un portavoz de HSE en declaraciones recogidas por la cadena BBC, añadiendo que el organismo ha investigado "todas las líneas de investigación razonables".
La HSE es la responsable de la legislación sobre Seguridad y Salud en Gran Bretaña. HSE y los gobiernos locales son las autoridades en las que se apoya la Comisión. Su misión es proteger la seguridad y salud de las personas asegurándose de que los riesgos en el lugar de trabajo se controlan debidamente.
Nacida en Madrid en 1980, María de Villota sobrevivió el 3 de julio de 2012 a un grave accidente en Duxford (Reino Unido) mientras realizaba unas pruebas para Marussia, que sigue compitiendo en la Fórmula 1 bajo la denominación Manor. El accidente se produjo cuando se empotró con la rampa bajada de un camión del equipo aparcado en plena pista. Como consecuencia del brutal golpe, María sufrió graves heridas faciales y craneales y perdió el ojo derecho.
María de Villota, en su autobiografía: "La falta de tiempo que se dedicó a mi posición de conducción me limitaba el llegar a los mandos que necesitaba. Como consecuencia de ello, tampoco me permitió accionar el embrague"
La HSE no ha encontrado indicios de inseguridad en la presencia de ese camión con la rampa abierta y, por lo visto, tampoco ha leído la versión que da la propia María de lo sucedido aquel día en el aeródromo inglés. La piloto fallecida fue siempre muy elegante y prudente pese a lo mucho que sufrió, pero en su libro autobiográfico, La vida es un regalo, dejó párrafos que desmienten la existencia de máxima seguridad en la prueba organizada por Marussia:
"El día anterior tenía que haber quedado todo montado en el aeródromo para el test, pero el equipo no llegó, así que esa mañana había mucho trabajo retrasado por hacer. A diferencia de mi test con Lotus, el briefing tampoco se había hecho con antelación. Y aunque yo había acudido el día previo a la cita con el equipo para preparar todo, ellos no habían aparecido a tiempo..."
"Los mecánicos iban de un lado para otro y los ingenieros no levantaban sus cabezas de los ordenadores. Parecía que aún no estaban preparados..."
"Estaba ansiosa porque el briefing se retrasaba. Las cosas no estaban yendo como yo quería. Como cualquier piloto querría. No se estaban haciendo bien. Dermasiadas prisas..."
"Me subí al Fórmula 1, tenía muchas ganas, sí, pero estaba decepcionada. En la preparación va parte del encanto, y sentí que me robaban tiempo para saborear el momento..."
"Iba despacio, pero desde ese momento recuerdo cada segundo como un minuto. Me dije: ¿Por qué se está acelerando el coche solo? Soy copiloto en un Fórmula 1, creía que esto no ocurría..."
"Frené todo lo que pude unos segundos y luego alivié para intentar recuperar la dirección de mis ruedas, que estaban bloqueadas y no giraban. No pude, imposible. La falta de tiempo que se dedicó a mi posición de conducción me limitaba el llegar a los mandos que necesitaba. Como consecuencia de ello, tampoco me permitió accionar el embrague. Pulsé el boton de N como último recurso para intentar pararlo. Era como una pesadilla. No respondía a mis demandas".
"Cuatro segundos, cuatro segundos hasta el impacto. Lo tengo todo grabado en mi mente. Esa cuenta atrás, cuatro segundos eternos".
"Gracias a Dios no recuerdo el momento del impacto".
La familia Villota anuncia que estudian "las oportunas acciones legales dirigidas a reclamar las responsabilidades civiles que correspondan para evitar, como era deseo de María, que un accidente como el suyo se vuelva a producir por causa de manifiesta negligencia"
Unas páginas antes, en uno de los primeros capítulos del libro, María relata una visita de su padre, el expiloto de Fórmula 1 Emilio de Villota, al hospital inglés en el que fue ingresada tras el accidente. Y la siguente conversación: "Mi padre me preguntó: '¿María, te acuerdas?' 'Sí, sí, me acuerdo de todo'. Insistió: '¿Te acuerdas de lo que hiciste?'. 'Sí, papá, de todo'. A mi padre le preocupaba que yo me sintiese responsable de lo que había ocurrido, ya que, según el equipo, por la información que le habían dado a mi familia, podría haber tenido parte de culpa. 'Papá, no estuvo en mi mano, nada pude hacer para cambiar este final. Estoy tranquila'. Él me preguntó: '¿Por qué aceleraste? ' Con firmeza dije: 'Yo no aceleré, papá, estoy cien por cien segura'. Mi padre lo dejó estar, los médicos advirtieron que no debía alterarme en aquel estado".
El 11 de octubre de 2013, la madrileña fue encontrada muerta en un hotel de Sevilla, donde iba a participar en un congreso organizado por la Fundación Lo que de verdad importa centrado en presentar historias de superación personal y solidaridad. Ahora, año y medio después, es señalada como única culpable de un siniestro con demasiadas lagunas.
Por eso, a última hora de la noche la familia Villota emitió el siguiente comunicado: "El pasado 14 de mayo la autoridad inspectora nos comunicó la finalización de su investigación, al tiempo que nos informaba de que no disponía de medios de prueba suficientes para iniciar con garantías un procedimiento penal que finalizara en condena. A fecha de hoy seguimos a la espera de conocer el contenido del informe y, en consecuencia, el resultado concreto de sus investigaciones".
"Tan pronto como HSE nos de acceso al contenido y detalles del informe, lo estudiaremos con el fin de valorar el inicio de las oportunas acciones legales dirigidas a reclamar las responsabilidades civiles que correspondan para evitar, como era deseo de María, que un accidente como el suyo se vuelva a producir por causa de manifiesta negligencia", concluye la nota.