El test objeto de polémica fue el que realizó Mercedes con su coche actual después del GP de España en Barcelona, pero el equipo Ferrari también ha sido convocado porque también llevó a cabo un test, aunque con el coche de 2011.
La FIA anunció en un comunicado que ha pedido a las dos escuderías que respondan a una encuesta disciplinaria, tras las explicaciones presentadas por Pirelli, la marca proveedora en exclusiva de neumáticos para la Fórmula uno, que declinó toda responsabilidad al no haber tenido parte en la selección de los coches.
Red Bull protestó ante los jueces durante el GP de Mónaco por los test de Mercedes tras el GP de España, pero también lo hizo Ferrari y el asunto fue remitido a la FIA. Los dos equipos consideraban que la escudería germana había sacado ventaja de dicho test para mejorar el rendimiento de su coche actual con los neumáticos.
Mercedes obtuvo la victoria en Montecarlo por medio de Nico Rosberg, que cruzó la meta por delante del alemán Sebastian Vettel (Red Bull), líder del campeonato y defensor del título.
Ahora se ha sabido que, dos semanas antes que el test de Mercedes, Ferrari también había participado en otro, pero con su coche de 2011, el F150, y por la división de clientes de la firma italiana, sin participación del equipo de F1.
El reglamento, en su artículo 22.1, permite los test en plena temporada siempre que sean con coches "sustancialmente diferentes" de los que compiten en el campeonato de 2013, y hasta ahora los equipos han considerado que un monoplaza de 2011 cumple ese requisito.