El fútbol árabe deja de ser un reclamo para las estrellas: el dinero no lo es todo

El mundo del fútbol está en constante cambio. Hace nada, los jugadores, bien entrada ya su treintena, decidían dejar sus carreras y pasar a nuevas etapas de su vida. Ahora no es así, para nada. Ahora exprimen hasta la última gota de su físico para dilatar al máximo sus periplos en el deporte rey.

Ahora, los futbolistas, cuando sus piernas empiezan a avisar de que el final está cerca, deciden abandonar el máximo nivel futbolístico de Europa y buscan otros estímulos fuera del viejo continente que les satisfaga en dos vías. La primera seguir sintiéndose jugadores y, la segunda pero no menos importante, buscar grandes contratos económicos que les aseguren un feliz retiro.

Esta tendencia empezó con el fútbol chino. Magnates asiáticos, propietarios de equipos de la Superliga china, decidieron emprender como vía de marketing una ola de fichajes de grandes nombres. Hulk, Paulinho, Oscar O Fellaini fueron algunos de los que se fueron allí a jugar al fútbol, agasajados por un gran salario.

No obstante, esta burbuja estalló el día que la Asociación de Fútbol de China, introdujo el llamado 'Impuesto de Lujo' en el que encarecía las grandes trasferencias de dinero y, lo que más dañó a los propietarios, prohibía que los equipos llevaran el nombre de sus patrocinadores.

Y llegó el fútbol saudí

En diciembre de 2022, una bomba estalló en el mundo del fútbol, Cristiano Ronaldo decidió dejar el fútbol europeo y poner rumbo a Arabia Saudí. Una gran sorpresa que nadie esperaba, ya que, hasta entonces, pocos conocimientos había de esa liga.

Este movimiento fue muy criticado. Nadie lo entendía. No obstante, tras este, numerosos jugadores de la élite futbolística siguieron al portugués, encandilados por millonarios contratos. Benzema, Neymar, Ngolo Kante o Sadio Mané fueron algunos de ellos.

Las altas esferas del planeta fútbol se llevaban las manos a la cabeza. Las alarmas saltaban y rápido se pusieron a poner medidas para frenar estos fichajes. Lo que no sabían que el tiempo pone todo en su sitio y que pronto esta burbuja, como pasó con la Superliga china, se explotaría.

Un año después, ha pasado esto. Los jugadores ya se han cansado de sus acuerdos en Arabia, muchos incluso se han arrepentido de haberse movido y ahora se encuentran en 'cárceles de oro' que les impiden volver a Europa.

En el año 2023, Liga Profesional Saudí fue la segunda que más gastó, únicamente superada por la Premier League. El problema es que en esta competición también llegó una normal que frenaría el auge de fichajes.

Y es que, únicamente, cuatro equipos pueden aspirar a grandes fichajes y grandes salarios. Son los que están bajo la influencia del PIF, es decir, el fondo soberano de Arabia Saudí. Estos son Al Hilal, Al Nassr, Al Ahli y Al Ittihad.

Los demás equipos de la competición no tienen esa inyección de capital, por lo tanto, su nivel es infinitamente más bajo que el de los demás competidores, ya que, no pueden fichar grandes nombres y, por lo tanto, hace que la liga sea menos competitiva. Es por esto, que, para muchos futbolistas, este fútbol no es atractivo, puesto que, para ellos todo no es el dinero.