En declaraciones a La Sexta, el doctor Ramon Cugat, que operó a David Villa cuando se fracturó la tibia en la semifinal del Mundial de Clubes que el Barcelona disputó en el estadio internacional de Yokohama, ha admitido que con el jugador asturiano se corrió un riesgo importante.
Concretamente, el riesgo estuvo en el viaje desde Japón a Barcelona antes de operarle. "Cuando hay esos cambios de presión a ocho, diez, doce mil metros de altura, se acusa mucho", explica Cugat. "Se pueden tener lesiones muy importantes, hasta perder incluso una extremidad".
Para el doctor catalán, "Villa ha pasado su pequeño calvario" y destaca a un hombre clave en la recuperación satisfactoria del jugador. "Aquí ha habido un artífice, un cerebro rector que se llama Tito Vilanova, que le ha ido dosificando desde un punto de vista muy, muy científico. Ha sido muy inteligente".