Lo que hasta hace algunos días era un ambiente de vino y rosas empieza a traer espinas. La ilusión de la etapa de Luis Enrique en el banquillo del Barça empieza a marchitarse tras las dos derrotas consecutivas ante Real Madrid y Celta, y la prensa catalana ha empezado a afilar las garras sobre el técnico asturiano.
De momento, eso sí, la sangre no llega al río: las críticas no son furibundas sino más o menos moderadas. Lluis Mascaró, director adjunto del diario 'Sport', por ejemplo, llama a este momento "la primera crisis de Luis Enrique" y cree que el planteamiento del gijonés, con "Rakitic y Rafinha como interiores, también generó muchas dudas". Mascaró califica de "auténtico despropósito" la actuación azulgrana y predice que "mucho tendrá que trabajar Luis Enrique si quiere que su Barça funcione".
También en 'Sport', Josep María Casanovas reclama que hay "derecho de exigir más a este equipo que ha hecho una inversión millonaria en fichajes". Para el fundador de 'Sport' lo grave no es que el Barça no sea líder: "Es peor la sensación de que Luis Enrique no sabe muy ben lo que tiene que hacer para recuperar la competitividad perdida".
En 'El Mundo Deportivo' señalan que "Berizzo le gana la partida a Luis Enrique". Roger Terelló titula su columna "más palos que fútbol", y en ella señala que "al culé lo que le preocupa es que su equipo da la sensación que no sabe a lo que juega". En el mismo medio, Oriol Domènech apunta que la derrota ante el Celta es "más preocupante que la del Clásico", y crítica que Luis Enrique alinease a Luis Suárez en la banda en lugar de en el centro del campo.
"La Vanguardia" titula su crónica del Barcelona-Celta como "palo a un Barça sin norte". En ella, David Ruiz Marull reflexiona que "o es ganar, empatar o perder lo que define a este Barça. Es su incapacidad para gobernar los partidos, para creer en su idea, para mantener su estilo, para no perderse en carreras y más carreras hacia ninguna parte".
