Los sonoros gemidos de una pareja practicando sexo obligaron a suspender un partido del Challenger de Sarasota (Florida) entre los tenistas estadounidenses Frances Tiafoe (87° del mundo) y Mitchell Krueger (182°).
Como se aprecia en el vídeo, el frenesí de los amantes se escucha con claridad desde la pista y desde las gradas. Tiafoe se disponía a sacar y, al oír por primera vez los gemidos, se paró y se le escapó la risa. Krueger se fue hacia la silla del juez, sacó una pelota de la caja y la estampó contra el edificio del que parecían provenir los gritos de placer.
No sirvió de nada. Segundos después volvieron los gemidos. Tiafoe se dio la vuelta y gritó: "¡No puede ser tan bueno!". Al parecer, y según los organizadores del torneo, los sonidos procedían de uno de los apartamentos que se construyeron pareados a la instalación de tenis.