En una entrevista a Europa Press, Areso ha señalado que, aunque ya lo había hablado previamente con el presidente del Athletic, Josu Urrutia, este miércoles coincidió con él en el campo durante la eliminatoria contra el Nápoles, y le dijo que "salvo que tuviese algún inconveniente, que no lo tiene porque también está encantado", solicitará formalmente celebrar en la capital vizcaína la final del la Copa del Rey. "Si no puede ser esta Copa, que sea la siguiente, aprovechando como argumento la inauguración del nuevo San Mamés, que la final se juegue en Bilbao", ha deseado.
En este sentido, el primer edil bilbaíno ha recordado que en la recepción que brinda el Athletic todos los veranos durante la Aste Nagusia a distintas instituciones en el Palacio de Ibaigane, en el intercambio de salutaciones le dijo a Josu Urrutia y a los directivos del Athletic que la Champions es "mucha Champions, que la Liga es muy importante, pero que esos dos grandes acontecimientos no le hagan olvidar la Copa, que no se quede como un torneo un poco relegado, porque este año el final de la Copa hay que jugarla en San Mamés y lo precioso y extraordinario sería que la jugase el Athletic contra otro equipo".
El regidor bilbaíno ha explicado que el aforo de San Mamés no permite que se juegue una final de Champions, ya que se requieren más de 70.000 localidades, pero sí permite una final de Europa League y "evidentemente se va a solicitar", al tiempo que ha apuntado que Bilbao también ha solicitados ser una de las sedes de la Eurocopa de 2020.
Ibon Areso ha expresado su "alegría" como socio y como aficionado del Athletic por el pase a la fase de grupos de la Champions League, por el aumento de ingresos que supone para el Club y, como alcalde, ha destacado que eso va a traer una serie que equipos extranjeros a jugar a San Mamés, lo que va a ayudar a la economía de los hoteles, los comercios y la hostelería. "Todo lo que sea animar la economía de la ciudad es bueno", ha resaltado.
Junto a ello, ha apuntado que el hecho de que el Athletic esté jugando la Champions genera un "ánimo social colectivo en Bilbao y Bizkaia, como ocurrió con la Europa League, y ese buen ambiente incentiva la confianza, el consumo y la economía".
"Es bueno que la gente tenga estas ilusiones y no tengamos las tristezas y dificultades que el día a día nos trae. Son elementos que nos elevan el ánimo social colectivo y, evidentemente, todos los visitantes que vengan van a dejar sus euros, lo que ayuda a todos los sectores económicos, que todos vivimos de eso", ha concluido.