Las Islas Británicas, tradicional nido del balompié más viril del Viejo Continente, continuarán sin embargo su cruzada contra quienes simulen faltas o agresiones en sus competiciones. La Football Association, que ya empezó a fiscalizar estos comportamientos hace un par de temporadas, se mostrará aún más severa en el castigo de estas prácticas, según informa el Daily Telegraph.
Hasta esta temporada, las sanciones sólo influían en quienes hubiesen provocado una expulsión con su piscinazo
Hasta esta temporada, las sanciones sólo influían en quienes hubiesen provocado una expulsión con su piscinazo. A partir de este curso, las multas de hasta tres partidos se extenderán a quienes también haya conseguido con su trampa forzar un penalti o una falta fuera del área. Esto incluirá también la retirada de amonestaciones a los teóricos agresores si se demuestra a posteriori que no cometieron ninguna infracción.
Un comité arbitral formado por tres ex colegiados decidirá después de los partidos si es preciso actuar sobre alguna acción del juego, práctica que se extenderá a encuentros coperos y de divisiones inferiores del fútbol inglés.
Las medidas contra los deportistas que busquen engañar a los trencillas, que ya se han demostrado útiles en partidos de la Premier League, siguen la senda marcada por otras competiciones como la NBA, donde se ha multado por fingir incluso a grandes estrellas como Stephen Curry.