El lehendakari, Iñigo Urkullu, anunció este miércoles que el Gobierno Vasco aportará diez millones de euros a la remodelación del donostiarra estadio de Anoeta, inversión que considera justificada porque "un estadio adecuado supone flujos económicos para la ciudad y para el territorio".
Siempre, aunque más en los tiempos que corren, la decisión de destinar dinero público a una instalación deportiva que además utiliza un club de fútbol como la Real Sociedad es discutible, si bien tanto o más grave es el agravio comparativo con respecto al nuevo San Mamés, el flamante campo del Athletic Club de Bilbao.
Urkullu explicó que "como hemos participado en otros proyectos, en otras instalaciones deportivas, sea San Mamés Barria o el Buesa Arena, desde el Gobierno Vasco tenemos la intención de aportar en torno a diez millones de euros a la remodelación de Anoeta, con una periodificación de 2015, 2016 y 2017, a razón de 3,3 millones al año". Sin embargo, las diferencias son abismales.
La obra que deberá ejecutarse en el estadio donostiarra, propiedad del Ayuntamiento de San Sebastián, incrementará el aforo en unos 7.500 localidades y eliminará las actuales pistas de atletismo. "Después de veinte años hemos podido comprobar el escaso uso de atletismo que se le ha dado al estadio y eso invita a pensar con lógica también la posible reforma de Anoeta", señaló Urkullu sin ponerse colorado. ¿Veinte años para darse cuenta de una evidencia?
Además, según explicó el lehendakari, "es una aportación que haríamos al Ayuntamiento de Donostia o a la sociedad pública del Ayuntamiento (Anoeta Kiroldegia) para que la destine a lo que es la remodelación del estadio que utiliza la Real Sociedad". La inversión no será a cambio de nada, pues como dijo Urkullu, "planteamos que se destinen mil metros cuadrados en esas instalaciones para las sedes de las federaciones deportivas vascas y también la construcción de un campo adecuado para la práctica del hockey hierba, altamente reivindicado en particular por el equipo femenino de la Real Sociedad". Es decir, que los 10 millones en realidad son menos.
Y, sí, el agravio comparativo con respecto al nuevo San Mamés es enorme. Cierto que el Athletic desembolsó 50 millones para acometer su ambicioso proyecto, si bien de esa cantidad 17 millones provenían del valor del terreno donde estaba ubicado el antiguo campo. Es decir, que fueron 33.
La misma cifra puso la Diputación Foral de Bizkaia, más otros 17 obtenidos del varlos del solar donde se ubica el nuevo campo. Es decir, en realidad 50. Por su parte, el Gobierno Vasco y la BBK, pues aún no existía Kutxabank, pusieron otros 50 millones cada uno, mientras que el Ayuntamiento de Bilbao aportó 11 para licencias municipales. En total: el Athletic recibió 161 millones.
Según informó 'El Diario Vasco', la Real Sociedad invertirá 20 millones en la remodelación de Anoeta, por lo que, a expensas de Kutxabank, que ahora ya no es Kutxa y tal vez por ello cada vez destina menos dinero a Gipuzkoa, queda por conocer cuál será la postura definitiva de la Diputación, aunque poco se puede esperar. Por su parte, el Ayuntamiento de San Sebastián ya ha dado luz verde a la posibilidad de acometer su remodelación con una modificación del Plan Gerenal de Ordenación Urbana (PGOU) y sólo falta que convoque el concurso púlbido que posibilite el inicio de las obras.