La levantadora leonesa Lidia Valentín volverá a escoger el rap para acompasar el ritual que este viernes deberá conducirle hasta el Pabellón 2 de Riocentro, donde comparecerá dispuesta a asaltar el trono olímpico en menos de 75 kilogramos. Cuando dejen de sonar las canciones de Nach, ZPU y El Chojin, dos muñequeras rosas recubrirán sus muñecas y una pegatina de Hello Kitty se hará hueco en su cinturón.
Esos son los amuletos que portó en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. De ahí se marchó "enfadada" por su cuarto puesto y por la sospecha de que alguna de las tres rivales que la precedieron en la clasificación había incurrido en dopaje. La Federación Internacional de Halterofilia confirmó hace unos días que el reanálisis de las muestras de la kazaja Svetlana Podobedova, la rusa Natalya Zabolotnaya y la bielorrusa Iryna Kulesha desveló tres positivos. Lidia Valentín reclama, en consecuencia, la medalla de oro en la cita olímpica londinense.
- Pregunta (P): ¿Qué siente al ver que tres rivales que se habían dopado le arrebataron un momento mágico, como es el de disfrutar del podio en unos Juegos Olímpicos?
- Respuesta (R): Me enfada porque había trabajado muy duro durante los anteriores cuatro años, de forma normal, con horas y horas de dedicación. Otras personas han trabajado de otra manera, con ventaja. Han ganado pero no han ganado como tienen que ganar. La que tenía que estar ahí era yo. Me da rabia porque me han quitado el momento de verme en lo más alto, de escuchar el himno de mi país y de haberme emocionado. La gente que había venido a verme exclusivamente a mí también se habría emocionado en ese momento.
Además, hay millones de cosas a nivel económico, aunque es en lo último que pienso. Tu país no te recibe igual cuando eres cuarta que cuando eres campeona olímpica. Sabía que podía haber estado ahí y me fui sin medalla, enfadada, porque sabía lo que estaba pasando.
- P: ¿Sospechaba de sus rivales?
- R: Claro. La campeona olímpica había dado positivo en el año 2005. Estuvo cuatro años sancionada pero volvió a competir. Ellos pagan su sanción, pero vuelven.
- P: ¿Por qué estos tres positivos no se descubrieron antes?
- R: Está claro que hay cosas que no son normales. Han tenido que pasar cuatro años cuando son los mismos métodos y la misma orina. Algo está pasando, hay algo que no está funcionando bien.
- P: ¿Recuerda el día que le comunicaron que la campeona, la kazaja Svetlana Podobedova, había dado positivo y que, en consecuencia, sería suya la medalla de bronce?
- R: Ese día estaba en la habitación después de haber entrenado. Tenemos un grupo de WhatsApp y un compañero vio en la página de la Federación Internacional de Halterofilia que había dado positivo. Me volví medio loca por el hecho de que se hace justicia. Luego, cuando ya me comunicaron que también habían dado positivo las otras dos, estábamos terminando de entrenar y empezamos a brincar. Yo me tiré por el suelo llena de felicidad por el hecho de que realmente era la campeona olímpica, aunque te da rabia. Reclamaremos esa medalla. Tiene que estar en mi casa.
- P: ¿Se ha permitido el dopaje en la halterofilia?
- R: No debería permitirse, pero pienso que es negocio y hay muchos intereses. Yo me dedico a la halterofilia y me duele que mi deporte esté manchado. Es vergonzoso y no me gusta que asocien el deporte que yo practico con la corrupción y el dopaje. Se pueden levantar pesas sin ir hasta arriba.
- P: Teniendo la sospecha, ¿alguna vez ha pensado en plantarse, en dejar de competir?
- R: No, porque todo el mundo es inocente hasta que se demuestra lo contrario.
- P: ¿Cree que va a cambiar algo a partir de ahora?
- R: Ya está cambiando. De hecho, el equipo ruso de halterofilia no ha venido a competir a Río de Janeiro. Les han dado un toque de atención y espero que cuando vuelvan a competir ese toque les haya servido de algo.
- P: ¿Viene a Río dispuesta a ganar?
- R: Vengo a hacer una buena competición, a disfrutar, a darlo todo y a vaciarme. Sé que si lo hago así, tendré una buena posición.
- P: ¿Quiere recoger la medalla que no le dieron en Londres?
- R: No vengo a recoger nada que no sea de Río, pero sí espero que con el tiempo se haga justicia y me den lo que gané en Londres.
- P: ¿Esta situación le hace tener más ganas de hacerlo bien?
- R: Estoy más motivada y con más ganas, por el hecho de que no están las personas que han jugado de una manera que no es justa.