Como era de esperar, el regreso de Jose Mourinho a España no pasó inadvertido. El técnico del Chelsea compareció ante la prensa en el Calderón en la víspera de la ida de las semifinales de la Liga de Campeones ante el Atlético. Lo hizo porque la UEFA le obliga -bajo pena de una multa-, pues de no ser así, a buen seguro que el portugués hubiera delegado en Steve Holland, su Karanka inglés.
Claramente desganado, aunque también podría calificarse de amargado, Mourinho no quiso comentar nada sobre la decisión de la UEFA sobre la alineación de Courtois, el guardameta del Atlético cedido por el Chelsea. "Creo que las decisiones de la UEFA no se comentan, sólo se aceptan. Y si se aceptan, no se comentan. El entrenador no debe hablar de eso", se limitó a decir.
Tampoco quiso analizar al equipo de Simeone, de quien dijo que "no es justo comparar entrenadores y menos si uno tiene quince años de experiencia y otro menos. Son palabras bonitas que no comparto". "No estoy aquí para comentar la calidad del Atlético", afirmó.
Y también evitó hablar de la Premier y la polémica derrota del pasado sábado frente al Sunderland (1-2) en Stamford Bridge. "Si quiere hablar de la Premier durante estos dos días, tiene 19 equipos ingleses para hablar de ello. Yo estoy contento de estar en la Liga de Campeones y sólo pienso en el gran partido que nos espera mañana". Y añadió: "No hablo de los árbitros antes del partido. Y mañana no cambiaré mi opinión. Intentaremos hacer un buen partido y espero ser feliz. No hablo de los árbitros antes del partido".
Sin embargo, lo más llamativo de la comparecencia de Mourinho se negó a hablar en español. Ni siquiera las preguntas realizadas en castellano y una petición para que respondiera en este idioma alteraron la postura del ex entrenador del Real Madrid.
La UEFA obliga a los entrenadores a hablar ante la prensa, pero no en qué idioma deben hacerlo y al fin y al cabo el Chelsea es un equipo inglés. Claro que, según eso, a nadie prodría extrañar que Pep Guardiola, que este martes comparecerá ante la prensa en la previa del Real Madrid-Bayern, respondiera sólo en alemán...
Más de 150 representantes de los medios de comunicación y 40 cámaras de televisión fueron testigos de su falta de educación. "Es una semifinal de Liga de Campeones. Se nota porque la sala de prensa está llena de gente", comentó Mourinho con su habitual aire desafiante y chulesco.
Preguntado sobre la final de Copa, el luso presumió de su madridismo, si bien dijo que "no la vi, estaba viendo el Manchester City-Sunderland y luego el Benfica, pero repito lo que dije: en España mi club es el Real Madrid".
Mourinho tampoco esperó a que hablara David Luiz. El brasileño tomó la palabra y, a diferencia de su técnico, ofreció toda la rueda de prensa en castellano. Incluso, el central fue preguntado por las respuestas de Mourinho: "Pienso que ha hablado lo que él quería hablar. No tengo que hablar si quiere responder de una forma u otra. Pienso que es una forma de responder".