Justin Bieber, un ídolo global, está en Mónaco, la carrera más glamurosa del Mundial. El cantante canadiense, que cuenta con 51,8 millones se seguidores en Twitter, se pasea por el paddock como lo que es: una estrella universal.
Hasta Bernie Ecclestone, patrón de la Fórmula 1, le rinde pleitesía a Bieber, un tipo de extravagantes pintas que en nada casa con la elegancia que gusta vender el octogenario inglés. Y este sábado el chaval pidió un deseo: conocer a Fernando Alonso.
Según cuenta la web f1pulse.com, Justin Bieber solicitó a Ferrari visitar el box para saludar al doble campeón del mundo español.
El asturiano, concentrado durante la jornada en la que se juega la clasificación de la parrilla, fue claro y contundente: "No, estoy muy ocupado".
La negativa de Alonso corrió por las redes sociales entre la incomprensión y el enfado de los fans de Justin, y el apoyo orgulloso de los seguidores del ovetense a su decisión.
Lo más curioso es que corrió e el rumor de que el joven canadiense (20 años) iba a ser el encargado de hacer las entrevistas en el podio tras la carrera. Al final se impuso el buen criterio, y no fue así.