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'Landismo' o barbarie: ¿Puede Mikel Landa por fin ganar La Vuelta?

Desde este sábado 17 de agosto y hasta el 8 de septiembre vuelve la carrera por excelencia del panorama del ciclismo español. Y Landa está entre los favoritos

Mikel Landa Foto de SOUDAL QUICK-STEP

Mikel Landa: victorias de etapa en La Vuelta a España y en el Giro de Italia, aderezadas todavía más con dos terceros puestos en al clasificación final de la ronda italiana, además del Premio de la Montaña. Para algunos, ese palmarés ya justifica una carrera. Para Landa, que además añade cinco Top-10 en la general del Tour (dos cuartos puestos, un séptimo puesto, un sexto puesto y un quinto puesto, este último en la edición de 2024), además de otros éxitos en carreras de prestigio, pudo parecerle suficiente cuando a inicios del presente año estrenó equipo, el Soudal Quick-Step, y rol, pues pasaba a ser gregario y escudero de Remco Evenopoel. La apuesta de momento no ha salido mal, pues el genio belga, amén de su doblete olímpico en el que Landa no tomó parte, fue 3º en el Tour de Francia de 2024, con el propio Landa haciendo un trabajo estratosférico de gregario y escudero. Fue tan notable esa actuación que el vasco, incluso sin ser jefe de filas, terminó entre los cinco mejores de la general.

¿Puede Landa ganar La Vuelta ciclista a España?

No son pocos los que dicen, decimos, que el 'landismo' y Landa, la religión que sigue a Mikel Landa y su proceder en la carretera como un modo de vida, de entender el ciclismo, están ante una de las últimas oportunidades de triunfar en una grande. Los precedentes para el ex del Movistar no son especialmente halagüeños en La Vuelta en lo que ha clasificación final se refiere, si lo comparamos con sus prestaciones en las otras dos grandes. Aunque es cierto que en el pasado reciente, como cabeza de cartel, Landa ha sumado un 15º puesto en 2022 y un 5º puesto en 2023, sus mejores trabajos en la ronda española, más allá de su triunfo de etapa en 2015.

Pero, ¿por qué Landa de favorito ahora? Quizá este apelativo no le guste al propio ciclista, quien parecer correr mejor sin la presión de los resultados a conseguir y de todos los focos tras él. No obstante, se ha ganado a pulso volver a la primera línea mediática y estar en la lista de posibles ganadores de La Vuelta. Tras un muy buen 2024, sobre todo por el gran Tour que hizo, ahora en el Soudal Quick-Step como jefe de filas para La Vuelta se pueden concebir muchas esperanzas de que puede ser su año.

Obviamente, no basta sólo con el hecho de que esté mostrando un extraordinario nivel de forma en la presente temporada (fue 2º en la Volta a Cataluña y primero de los mortales tras el arrasador Tadej Pogacar) para ponerle en la terna de posibles. Así, debemos atender a los rivales que le pueden discutir el trono de una grande en el que nunca se ha sentado Landa (todavía). Y si nos fijamos comprobaremos que el nivel es alto, como no puede ser de otra forma en una de las Grandes Vueltas, pero no es superlativo en cuanto no hay un gran favorito que limite muchísmo las opciones de los demás. Pogacar, centrado en el Mundial en Ruta que se celebrará poco después de La Vuelta, ha preferido no quemarse tras ganar el Giro y el Tour y dejar pasar la oportunidad histórica de ser el primer ciclista de siempre en ganar las tres Grandes Vueltas en el mismo año.

Landismo

Esto no es la biografía de un ciclista. Tampoco, quizás, una obra de ciclismo. Libros de Ruta cumple 10 años publicando libros de lo que nos apasiona, y queríamos celebrarlo. Divertirnos. Esto no es una fiesta, pero podría serlo. Una celebración del ciclismo a la que hemos invitado a otros chiflados de las bicis. En un mundo serio usted no tendría este libro entre las manos. Porque en un mundo serio no existiría este libro sobre Mikel Landa

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Así, Primoz Roglic, regresa a La Vuelta tras su infortunio en el País Vasco, una caída que dejó secuelas a otros muchos componentes del pelotón, y su nueva caída en el Tour de Francia, la única de las grandes que no quiere al esloveno. Retirado de la ronda gala para preparar La Vuelta, el triple ganador (2019, 2020 y 2021) y que de no haber mediado aquella concesión a su entonces compañero de equipo Sepp Kuss podría haber triunfado en 2023 (fue 3º) vuelve a su carrera preferida con el enigma de sí se habrá recuperado de tanto golpe moral y físico. Aunque si algo ha demostrado el esloveno es capacidad para levantarse y resistir.

Y Kuss, sorprendente ganador de La Vuelta 2023, para muchos porque el Visma lo permitió y frenó a sus compañeros Jonas Vingegaard y al propio Roglic para que dejaran triunfar al eterno gregario, quien ya había conseguido alguna gran victoria parcial pero nunca algo como una carrera de tres semanas. Con Roglic en el Bora y Jonas Vingegaard en la Vuelta a Polonia, el estadounidense aparece por primera vez como jefe de filas desde el principio, como favorito y como cabeza de cartel, por lo que como él mismo ha dicho será más controlado, le atarán en corto desde el primer minuto y tendrá que demostrar esa buena forma marcada con el triunfo en la reciente Vuelta a Burgos tras perderse el Tour por enfermedad.

A Roglic y a Kuss se le pueden unir como favoritos Adam Yates o Joao Almeida, del UAE, o Richard Carapaz, que completó un excelente Tour con el maillot del EF Education, pero del que queda por comprobar si ya pasó su tiempo para pelear por una general global de una grande y está más destinado, ahora, a rematar cosas meritorias, como victorias de etapa o maillots de la Montaña, botín del que viene de la ronda gala tras no ser seleccionado por su país para los Juegos Olímpicos. Descansado llega.

El mismo enigma con Carapaz lo tenemos con Enric Mas, hundido en su primera semana y media en el Tour, para luego volverse a sentir ciclista y buscar en un par de valerosas escapadas que terminaron en nada las sensaciones que en otras ocasiones le llevaron a puestos de honor. El balear es una incógnita aunque él ha declarado que va a por la general. En La Vuelta históricamente es donde mejor ha ido, con tres segundos puestos y una victoria de etapa.

Leña desde el principio

La edición que arranca este sábado con una crono individual en Lisboa y que finaliza en tres semanas en Madrid con otra contrarreloj individual es de las más duras que se recuerdan. Olviden aquello de antiguas y remotas ediciones donde la primera semana era para llegadas al sprint. La hoja de ruta de La Vuelta 2024 presenta seis etapas llanas, las dos citadas cronos y el resto, trece etapas de media y alta montaña (nueve de ellas pueden ser catalogadas de alta montaña) con este martes y el final en alto en Pico Villuecas como la primera etapa marcada en rojo para desatar las hostilidades de verdad, si bien el ciclismo moderno nos ha enseñado ya que días tranquilos en estas citas, pocos.

Landa, sin presión

La escuadra de Landa llega a mediados de agosto con los deberes hechos de la mano de Evenepoel. Todo ha salido como se esperaba y el propio Landa ha cumplido con su trabajo de gregario de forma sobresaliente. Así, en el último tercio del curso, el Quick-Step no tiene esa necesidad imperiosa de hacer algo superlativo para justificar la temporada y este punto puede liberar de presión a un Landa que cuanto menos lastre lleve en ese sentido más disfruta y mejor rinde.

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