Cada vez que habla Jeremy Mathieu, sube el pan en Barcelona. Después de comentar en la zona mixta del Bernabéu, tras perder el clásico con el Real Madrid, que “me ha extrañado jugar de lateral porque no había entrenado esa posición”, Luis Enrique le ‘castigó’ relevando al banquillo.
En este ocasión el central francés ofrecía a RMC su versión sobre lo ocurrido entre Messi y Luis Enrique. Unas declaraciones que no tienen desperdicio: "Todo ocurrió en un entrenamiento a principios de mes. Justo después de la vuelta de vacaciones. De golpe, por una falta no pitada por el entrenador durante un partidillo, a Messi se le cruzaron los cables y hubo fricciones entre ambos. Se dijeron las cosas que se tenían que decir. Luis Enrique fue a hablar con Leo después en el vestuario y todo se arregló. Insisto, pasa en todos los equipos pero como es el Barça se dio mucha publicidad, se engrandeció todo".
Posteriormente el defensa trató de restarle importancia al episodio asegurando que son situaciones habituales en los entrenamientos: "Estas situaciones ocurren en todas partes, pero se le ha dado ahora más transcendencia. Se ha dado una mayor importancia al incidente al coger una mayor proporción y este es el problema que tenemos por ser el Barcelona”.
Ahora toca esperar si hay algún tipo de represalia por parte del entrenador después de estas llamativas declaraciones, como ocurrió también en el primer desliz dialéctico del futbolista en el Bernabéu.