El escritor catalán Luis Racionero aún no se ha recompuesto de la victoria del Real Madrid en la final de la Champions disptuada en pasado sábado en Lisboa. Como viene siendo habitual en sus crónicas de fútbol en ‘Mundo Deportivo’, el intelectual arremete con rabia contra el equipo merengue, con acusaciones graves de amaños y triunfos fraudulentos.
“El Madrid casi nunca gana limpio. Gana con ventajas, trampas y errores arbitrales. ¿Alguien puede dudar de que si el holandés no les regala cinco minutos de prolongación, el Madrid no empata en el minuto 92 y 34 segundos? Solo los irreales madridistas no lo dudan, inmersos en su habitual alucinación colectiva negadora de lo evidente”, se despacha con saña el escritor.
La estrategia del Real Madrid pasó, en su opinión, por dejar K.O. a los laterales del Atlético ante la impasible mirada de los árbitros. “Lo tenebroso fueron dos alevosas entradas, una del lateral con barba y otra de Morata que lesionaron y sacaron del campo y del partido a los laterales del Atlético Felipe Luis y Juanfran. Con ambos fuera de combate, y sin que al árbitro expulsara a los agresores, ni siquiera sacara tarjeta, ni pitara falta en la agresión a Juanfran, el Madrid forzó los córners que le darían, gracias al árbitro longevo, el empate y el partido”.
El ilustrado colaborador pone incluso en duda que deba hablarse de la décima copa. “Debería ser la quinta, pues las primeras cinco se las robaron al Barça en los despachos al quitarle con trampas a Di Stéfano. Con Neymar no pudieron, pero ya se ha visto los líos que nos han causado desde los despachos claro, que en el campo llevan años sin ganar al Barça”.
El único jugador del Real Madrid que parece librarse de la colérica ira del escritor es Sergio Ramos, al que incluso postula como Balón de Oro 2014. “Lo único noble y bonito de ese equipo que se mira en el hortera de Cristiano Ronaldo, es la calidad y tesón de Sergio Ramos. Su cabezazo es de quitarse el sombrero y ya pido, desde ahora, el Balón de Oro 2014 para Sergio Ramos, que eliminó al Bayern con dos goles seguidos de córner y resolvió la final de la misma manera”.
En cambio, el astro portugués no goza de la simpatía de Racionero, que le dedica un poco acertado correctivo a raíz de su vehemente celebración del cuarto gol. “Desde luego Cristiano Ronaldo, que se borró de la final, y no es la primera vez, para aparecer en el último instante haciendo el ridículo tras su inmerecido e intrascendente gol. Con su gesto Cristiano sí que estaba pidiendo un plátano, pero fue tan cutre que no quisieron ni tirárselo”.