La Fiscalía del Principado de Asturias pide nueve meses de prisión y la prohibición de aproximarse a su hijo durante un año y nueve meses para el cafre que, según la acusación, el 20 de abril de 2013 maltrató brutalmente a su hijo, portero de un equipo de fútbol, como castigo por haber encajado dos goles durante un partido.
El juicio se celebró este jueves en la sala de lo Penal de la localidad asturiana de Langreo.
Según el relato de la acusación, la bronca del padre comenzó en el mismo campo de fútbol, una vez concluido el partido. Al llegar a casa, la riña continuó durante toda la comida. Finalizada esta, padre e hijo discutieron también "por el lugar en el que había que colocar el mantel".
Entonces, según se lee en el escrito de la Fiscalía, el acusado "comenzó a pegar" a su hijo. Primero "le dio una torta que lo tiró al suelo", a continuación "le golpeó en la cabeza contra el inodoro" y finalmente le propinó "un golpe en el pómulo que le hizo sangrar".
El fiscal considera que lo sucedido puede constituir un delito de "maltrato familiar" y pide nueve meses de prisión para el presunto energúmeno.
También se solicita la prohibición "de aproximarse a su hijo a menos de 300 metros, a su domicilio, lugar de trabajo en su caso un otro que frecuente, y de comunicarse por cualquier medio con él" durante un año y nueve meses.