Mark Cavendish vivió este miércoles una jornada triste en el Tour de Francia, cuando el público le abucheó e incluso le lanzó orina durante su contrarreloj en el Mont-Saint-Michel, tras haber provocado la víspera una caída en el sprint de Saint-Malo.
El ciclista británico, que no fue sancionado por los jueces por el gesto que provocó la caída del holandés Tom Veelers, recibió la hostilidad del público y se encuentra "algo abatido", según el director del Omega, Patrick Lefevere.
Durante el recorrido, además de escuchar los abucheos de una parte del público, "un idiota le ha lanzado orina", aseguró el director de la formación belga. Lefevere señaló que el ciclista de la Isla de Man, que ha ganado 24 etapas en el Tour, "no merece ese trato" y recordó que los comisarios de la prueba no solo no le sancionaron si no que consideraron que el incidente fue culpa de Veelers.
El incidente se produjo cuando Cavendish trató de hacerse hueco con el hombro frente a Veelers, el lanzador del alemán Marcel Kittel en el equipo Argos, que acababa de dejar a su jefe de filas en situación franca para ganar el sprint'. En su caída, el ciclista holandés no arrastró a ningún otro compañero y no sufrió heridas de gravedad, por lo que el incidente no tuvo consecuencias graves.
En un primer momento, Veelers culpó a Cavendish del incidente, pero Kittel quitó hierro a la situación y afirmó que se trataba de "mala suerte". Para tratar de calmar todavía más las cosas, Lefevere indicó que este jueves, antes de la salida, Cavendish se disculpará con Veelers.