El controvertido fichaje de Martin Odegaard sigue dando de qué hablar. El futbolista protagoniza en estos días una situación incómoda a Zinedine Zidane en el Castilla, ya que se remite a su contrato para no ejercitarse con el filial. En el mismo está especificado que tiene derecho a entrenarse a las órdenes de Carlo Ancelotti cinco veces a la semana, teniendo que ejercitarse con el Castilla sólo en las previas de los partidos o descanso de la primera plantilla. Odegaard se ha convertido en un problema que ha desestabilizado el vestuario del filial, donde no ha encajado desde el primer momento. De hecho, hubo jugadores que se quejaron de su alta ficha, 100.000 euros semanales, como el capitán Sergio Aguza.
En lo deportivo, Odegaard no está cumpliendo las expectativas anunciadas con su fichaje. Su fichaje sirvió a Florentino, entre otras cosas, para ganar visibilidad en Noruega, donde ACS, Acciona y OHL litigaban por un contrato del tren de alta velocidad que ascendía a 3.100 millones de euros. Sobre el césped no ha confirmado la fama de jugador desequilibrante que le precedía y su actitud deja mucho que desear. Odegaard ha disputado siete partidos de Liga con el Castilla de los que el equipo sólo ha ganado uno, anotando únicamente un gol. Por lo cual Zinedine Zidane le ha relegado al banquillo. Algo que no casa con los planes de futuro de Florentino para el futbolista.
Según ha podido saber Vozpópuli, el presidente dejó caer a Ancelotti que le gustaría verle debutar con el Real Madrid antes de finalizar la temporada. Pero la nueva situación del futbolista, castigado por Zizou con la suplencia, complica los deseos de Florentino. Además, el Real Madrid ya busca equipo al noruego de cara a la próxima temporada. De momento escucha ofertas de cesión, a poder ser en equipos de la Primera División española. De hecho, ya habría algún ofrecimiento, pero en las oficinas del Bernabéu esperan que aumente el abánico de posibilidades. Esperan que eso rebaje la arrogancia de un Odegaar al que viene grande el fútbol español.