El piloto alemán Michael Schumacher continúa en estado crítico bajo un coma inducido y su vida corre peligro, según ha confirmado este lunes el equipo médico que está supervisando su salud en el hospital CHU de Grenoble tras el accidente de esquí sufrido el domingo.
En una rueda de prensa conjunta, los tres cirujanos y el director del hospital desmintieron que el 'Kaiser' se haya sometido a una segunda operación quirúrgica la pasada madrugada y reiteraron su mensaje de máxima prudencia ante el estado "muy, muy grave" del heptacampeón mundial de Fórmula 1.
El doctor Jean-François Payen, jefe de la unidad de cuidados intensivos del Hospital de la Universidad de Grenoble, reconoció la "situación vital muy comprometida" del alemán y evitó pronunciarse sobre cualquier aspecto futuro debido a la gravedad de las lesiones, ya que sufre un traumatismo craneal y un edema cerebral difuso causado por un grave impacto "a elevada velocidad" en el lado derecho de su cuerpo.
"Estamos intentado hacer todo lo posible para mejorar el pronóstico. Está claro que, por la dureza del accidente, sin casco no hubiera sobrevivido en absoluto, eso está claro. No se prevé realizar una segunda intervención quirúrgica porque no es necesario en el momento actual", explicó, descartando las informaciones de que la pasada madrugada habría vuelto a pasar por el quirófano.
Schumacher, que se accidentó mientras esquiaba en la estación francesa de Meribel, llegó "en estado de agitación" al hospital de Grenoble, donde "su estado neurológico fue disminuyendo" y fue incapaz de responder a las preguntas formuladas por los médicos.
Actualmente, el expiloto se encuentra "en coma inducido con hipotermia" para "evitar el aumento de la presión intracraneal". "Es muy pronto para hablar de cualquier eventualidad en el futuro. La descripción de su estado incluye que puede evolucionar", confirmó el doctor Payen, que reiteró en varias ocasiones su mensaje de prudencia.
Schumacher, de 44 años, se retiró de la Fórmula 1 el año pasado tras un regreso de tres campañas con Mercedes, una vez que confirmó su salida de Ferrari tras 2006. El alemán ganó 91 Grandes Premios durante una carrera de 19 años en el 'Gran Circo' y consiguió dos títulos con Benetton en 1994 y 1995 antes de pasar a Ferrari en 1996 y llegando a ganar cinco títulos consecutivos a partir de 2000.