Falta poco más de un mes para el comienzo del Mundial de fútbol de Brasil y los problemas de seguridad sacuden al país suramericano. Y no son asuntos menores, sino muertes casi diarias de las que se acusa directamente a las fuerzas del orden.
Así, Amnistía Internacional (AI) señala que la policía brasileña "está entre las que más matan en el mundo, según datos de la ONU" y contabilizó 10.134 muertes en intervenciones policiales en Río de Janeiro entre 2002 y 2011.
El último escándalo policial tuvo la semana pasada como víctima mortal a un conocido bailarín televisivo, Douglas Rafael da Silva Pereira. Sucedió en la favela de Pavao-Pavaozinho, situada entre Copacabana e Ipanema, la zona más turística de Río.
El cuerpo del joven de 25 años fue hallado un día después de un tiroteo entre delincuentes y policías que ocupan la barriada en el marco del programa de las llamadas Unidades de Policía Pacificadora (UPP).
Según G1, la web de noticias de O Globo, el cuerpo de Da Silva -que precisamente trabajaba como bailarín en un popular programa de la red televisiva de dicha cadena brasileña- no tenía ninguna señal de balazos.
Los amigos del bailarín aseguran que este fue golpeado hasta la muerte por la policía de esta favela "pacificada" desde 2009 al ser confundido con un narcotraficante.
La policía indicó en un breve comunicado que "las circunstancias de la muerte de Douglas Rafael da Silva Pereira están siendo investigadas" y que el diagnostico médico "apuntó que las heridas de Douglas son compatibles con muerte ocasionada por una caída".
Amnistía Internacional emitió un comunicado sobre el citado Da Silva y sobre otra muerte, la de Edilson Silva dos Santos, que recibió un disparo en la cara durante las protestas que se produjeron ese mismo día en la barriada de Copacabana.
"La organización espera una investigación rápida e independiente de las dos muertes, considerando que hay sospechas de que fueron cometidas por policías militares", asegura la nota de AI.
También hay otra investigación abierta por la muerte el pasado domingo de una anciana de 72 años en medio de otro tiroteo entre la policía y supuestos narcotraficantes.
Sucedió en el complejo de favelas de Alemao de Rio de Janeiro, un importante bastión del narcotráfico reconquistado por la policía en 2010, donde este jueves la batalla urbana dejó al menos dos policías heridos.
Amnistía Internacional demanda también que las autoridades brasileñas reconozcan la "necesidad urgente de cambios estructurales" en los cuerpos de policía, que incluyan un aumento de transparencia y la implementación de un control externo de sus actividades.
Unos 150.000 policías y militares y unos 20.000 agentes privados se movilizarán en Brasil durante la Copa del Mundo (del 12 de junio al 6 de julio).
