La NBA y las grandes ligas americanas en general funcionan de una forma que en Europa puede parecer extraña: perder se recompensa. Las ligas son cerradas, por lo que no hay descensos, y los peores equipos tienen más opciones de elegir primero en el draft, la ceremonia en la que las franquicias se asignan a los nuevos jugadores que entran a la competición. El número uno del draft, la posibilidad de elegir al mejor de la nueva hornada de baloncestistas que entra a la NBA, es el sueño de los equipos que no funcionan.
Entre los equipos perdedores de esta temporada están las dos franquicias más míticas y laureadas de la NBA, los Boston Celtics y Los Angeles Lakers. Toda una institución en la segunda, el exjugador Magic Johnson, ha hablado estos días sobre lo que cree que deben hacer los Lakers: perder partidos.
Laker Nation: Today in NY, I said I hope the Lakers don't win too many games because I want them to have the 1st or 2nd pick in the draft.
— Earvin Magic Johnson (@MagicJohnson) December 10, 2014
Last years draft there were no superstars. This year there are about 3-4 superstars in college basketball and we need one of them!
— Earvin Magic Johnson (@MagicJohnson) December 10, 2014
“Espero que los Lakers no ganen muchos partidos porque quiero que tengan la primera o segunda elección del draft”, tuiteó el legendario base. “Este año hay tres o cuatro superestrellas en el baloncesto universitario y necesitamos una de ellas”. La posición en la que eligen los equipos en el draft se determina por sorteo. En él, el peor equipo de la temporada tiene un 25% de opciones de conseguir el número uno, y las probabilidades de obtenerlo van bajando progresivamente para el resto de franquicias.
Ahora mismo los Lakers son el quinto peor equipo de la liga, lo que les deja en una posición peligrosa: si su elección no es una de las cinco mejores, pasará a manos de los Phoenix Suns a causa de un traspaso realizado hace dos años. Es una práctica común que los equipos de NBA se intercambien elecciones futuras en el draft y les pongan una protección para conservarlas durante un tiempo.
La ironía es que los Lakers podrían perder su primera elección del próximo draft por el traspaso en el que consiguieron a Steve Nash, que apenas ha podido jugar con la franquicia angelina y que ahora se encuentra oficiosamente retirado. La situación refleja bien el desatino de las gestiones de los Lakers en las últimas temporadas, las que los han llevado de ganar el título en 2009 y 2010 a penar por el fondo de la clasificación de la NBA.
Faltan más de seis meses para el draft, pero la recompensa para los peores equipos de la liga parece terreno de dos jugadores: el pívot Jahil Okafor, en la universidad de Duke, y el base congoleño Emmanuel Mudiay, actualmente en China. Ese es el mejor de los escenarios para una temporada aciaga; el peor, perder muchos partidos y ni aun así conseguir una gran elección. Por eso Magic “pide” que los Lakers pierdan todos los partidos posibles y de esa forma se queden cerca de asegurarse una mejor elección en el draft que viene.