Dunga, el seleccionador brasileño, ha elaborado un código de conducta para los jugadores, en la que se veta la política y la religión, y se impone una "ley del silencio" y reglas de etiqueta.
El código fue filtrado por el diario Folha de Sao Paulo y posteriormente el seleccionador confirmó su existencia en una rueda de prensa en la que convocó a la selección para los próximos amistosos. "No prohibimos nada. Sugerimos algunas cosas de buena convivencia de acuerdo con todos", aclaró el entrenador, conocido por su celo por la disciplina y su estilo riguroso, que a veces linda a lo marcial.
Según Folha de Sao Paulo, el reglamento prohíbe a los jugadores las manifestaciones políticas o religiosas, estas últimas bastantes habituales entre los futbolistas brasileños. También prohíbe filtrar informaciones de la selección a la prensa o a los propios asesores de los jugadores, en un intento de imponer una "ley del silencio", algo que aparentemente ya ha sido incumplido, puesto que el reglamento fue filtrado al diario.
Se exige puntualidad a los jugadores y se establecen unas reglas de comportamiento, como no levantarse de la mesa a la hora de comer hasta que lo haga el capitán del equipo, que actualmente es Neymar. En relación a la vestimenta, se prohíbe usar en todo momento gorras, pendientes y otros accesorios, algo que fue habitual en el Mundial y que Dunga criticó nada más asumir el cargo de seleccionador. Las chancletas también fueron vetadas en los hoteles de concentración, donde los jugadores deberán usar siempre calzado deportivo y calcetines.
Finalmente, se exige que los jugadores eviten el exceso de equipaje o las llamadas telefónicas en los hoteles de concentración que puedan suponer gastos extras. Según Dunga, las normas han sido "muy bien acogidas" por los jugadores y eran "algo que pedía la afición brasileña".