El sindicato de jugadores de la NFL, a través de su representante George Atallah, ha dejado clara su postura frente a la marihuana: la liga debe comprometerse a estudiar los posibles efectos beneficiosos de esta droga sobre la salud y debe hacerlo cuanto antes para que el próximo convenio colectivo incluya excepciones específicas que permitan el consumo de la misma por los jugadores.
Atallah especificó que, como sindicato, sienten que son los únicos que tratan a los jugadores como personas y no como mercancía, algo que achacan a la NFL. "Sabemos como se sienten los jugadores después de los partidos, qué clase de dolores tienen, y como se sienten en su vida después de concluida su carrera profesional" y, por eso, urgen a la liga a que no incluya la marihuana en su típico tira y afloja de las negociaciones, que se produzca una apertura legislativa que no tenga contrapartidas.
Y es que se sabe que un alto porcentaje de los jugadores de la NFL consumen marihuana. Por los motivos que sean. Unos de manera recreativa, otros como calmante y los de más allá por razones sociales y culturales. Pero la realidad es la que es, y la liga no puede seguir mirando hacia otro lado. Máxime cuando la tolerancia con los calmantes del dolor es muy superior.
Recientemente Jerry Jones, dueño de los Dallas Cowboys, también abogó porque la NFL diera un paso adelante en este tema y apoyase investigaciones científicas sobre los efectos, tanto los beneficiosos como los perniciosos, de la marihuana en la salud y, con ellos sobre la mesa, ir avanzando en una legislación más inteligente y moderna a este respecto.
El próximo convenio colectivo de la liga se negociará en el año 2020. Allí se verá si la NFL ha captado el mensaje o si sigue en su postura inmovilista. En ese caso, y como seguro que se teme el sindicato, el tema del control sobre la marihuana será, en efecto, parte de la negociación a cara perro entre ambas partes.