En una época donde la violencia cada vez está más lejos del fútbol. En una época donde los ultras no tienen cabida en las gradas de los estadios, todavía no obstante existen clubes donde los grupos de aficionados radicales controlan y manipulan a su antojo las decisiones de los equipos, a base de imponer miedo y amenazas.
Un claro ejemplo es el Olympique de Marsella. El conjunto francés actualmente es un polvorín. Un club mítico en el planeta fútbol, que incluso tiene una Champions League en sus vitrinas, cuyos mandatarios están maniatados por sus ultras.
Este lunes, Pablo Longoria, presidente de una propiedad que está en manos del magnate norteamericano Frank McCourt, y Marcelino García Toral, entrenador del conjunto, vivieron en sus propias carnes el poder que pueden llegar a tener los radicales del equipo marsellés. El sector más radical del Marsella, motivado por el irregular inicio de liga, amenazó de muerte al dirigente y al técnico.
Tal fue la presión que el propio Marcelino ha dimitido este mismo miércoles, ya que ve inviable que "pueda ejercer en buenas condiciones" su trabajo. El asturiano llegó al banquillo del Velodrome el pasado 23 de junio y, tras siete partidos deja al equipo tercero en liga.
"El Olympique de Marsella considera que los acontecimientos del 18 de septiembre no permiten a Marcelino y su cuerpo técnico desempeñar en las condiciones adecuadas el papel para el que fueron contratados", informó la entidad en un escueto comunicado.
El conjunto marsellés confesó que "todo el club está muy decepcionado" por "afrontar la marcha" por motivos "extradeportivos" de un entrenador y un cuerpo técnico que estaban "plenamente comprometidos con el club".
Unas presiones muy habituales en el Velodrome
Que los ultras del Olympique de Marsella 'secuestren' las decisiones de los miembros del club no es nada nuevo. Los radicales, relacionados con una de las mafias más peligrosas de Francia, tienen por costumbre hacer uso de sus influencias e incluso de las amenazas para presionar o chantajear con la intención de manejar el club
Asiduas son sus presencias en ruedas de prensa y entrenamientos cuando hay algo que les 'mosquea' y que quieren que se cambie por las buenas o por sus métodos. Asimismo, también hacen 'gala' de sus 'modus operandi' en los partidos del Marsella y también en sus enfrentamientos con otros grupos radicales de los demás equipos
Pablo Longoria y Marcelino García Toral no son los únicos españoles que han sido 'víctimas' de estos radicales. Andoni Zubizarreta ya sufrió los enfados de estos ultras entre 2016 y 2020.