La brutal pelea protagonizada este fin de semana por dos padres de jugadores juveniles en Gran Canaria, durante el partido UD Telde-UD Guía, puede tener consecuencias fatales para los dos energúmenos que aparecen en un vídeo que se ha vuelto viral.
Según publica el diario Canarias 7, ambos se llaman igual. Así, Mauricio T. fue el que inició la bronca física al propinarle un cabezazo a Mauricio M., que respondió con varios puñetazos.
Este último "acabará detenido por la Policía Nacional", señala La Provincia. "La gravedad de las heridas que presenta el aficionado del cuadro del Noroeste (Mauricio T.), que acabó ingresado tras la riña y que incluso podría perder la visión de uno de sus ojos, son el motivo que forzarán esta detención por un delito de lesiones, según apuntaron fuentes externas a la investigación", añade el periódico canario.
Maurticio T. está ingresado en el Hospital Insular y también padece un traumatismo nasal de carácter menos grave, según informó el 112. "A su llegada al hospital precisó también de cirugía en uno de sus ojos. Una operación que, según apuntan otras fuentes próximas al cuadro del Noroeste, no resultó del todo satisfactoria, por lo que tendrá que ser intervenido de nuevo con el peligro de que podría perder la visión en dicho ojo. Además también necesitará volver al quirófano para reconstruir su tabique nasal", informa La Provincia.
El herido, padre del jugador de la UD Guía, declaró lo siguiente a Canarias 7: "Las imágenes están ahí. Nada tuvo que ver con el fútbol y ahora bastante tengo con tratar de recuperarme. No me siento orgulloso, pero la gente que vea el vídeo sacará sus conclusiones". Además, rechaza la posibilidad de olvidar el incidente dándose un apretón de manos con el otro Mauricio: "Nos veremos en el juzgado".
Por su parte, Mauricio T. dio su versión de los hechos, también en Canarias 7: "Llegué al campo con el partido empezado y un empleado municipal me comentó que había una persona que se había sentado en la escalera de acceso a las cabinas de prensa, con el riesgo de que se pudiera caer. Y que, ante su reiterada petición de que buscara otro acomodo más seguro, hizo caso omiso de malas maneras".
"Yo pasé del tema y seguí hablando con este empleado, que es conocido mío, y comencé a escuchar a mis espaldas palabras muy feas de este hombre, que seguía allí sentado. No quise hacerle caso, pero seguía insultado. En un momento dado, un balón sale fuera y, al acudir mi acompañante a buscar el esférico, me quedo solo, lo que aprovecha este señor para acercarse a mí e insistir en sus descalificaciones hacia mi persona. Traté de calmarme. Incluso el juez de línea que estaba por esa banda se percató de todo y me dijo que no entrara al trapo. Pero en un momento dado perdí los nervios, trataron de darme un cabezazo que me provocó un golpe en el tabique nasal y en un pómulo, como acredita un parte médico, y ahí se me fue todo de las manos".
"Me siento muy arrepentido de lo sucedido. Ojalá que nunca hubiera pasado. Fueron unos segundos fuera de control que debo asumir como un hombre y en los que me hago responsable de todo. La otra persona tuvo un pésimo comportamiento y en todo momento quiso montar una bronca, lo que no justifica lo que yo hice", añade este socio del Telde desde hace 14 años.