El nadador estadounidense Michael Phelps fue declarado culpable por conducir ebrio y por exceso de velocidad a fines de septiembre. El atleta olímpico más exitoso de la historia fue sentenciado a un año de prisión, aunque el castigo fue dejado en suspenso. Además, deberá cumplir una pena de 18 meses de libertad condicional y completar el tratamiento contra el alcoholismo que inició.
La decisión del tribunal de Baltimore, su localidad natal, ocurre después de que Phelps se declarara culpable de los cargos que se le imputaban. Phelps, de 29 años, fue detenido en la madrugada del 30 de septiembre en la carretera interestatal en Baltimore, en el estado norteamericano de Maryland. El estadounidense conducía a 84 millas por hora (135 kilómetros por hora) en una zona donde el límite de velocidad era de 45 millas (70 kilómetros). Y el control arrojó una tasa de alcohol en sangre 1,4, muy por encima de lo permitido.
Una semana después del incidente, Phelps fue sancionado por seis meses por la Federación de Natación de Estados Unidos por violar su código de conducta y fue excluido de los Mundiales de Kazán, Rusia, que se disputarán en agosto del año próximo.
El estadounidense ya fue detenido en Maryland hace una década, cuando tenía 19 años, por conducir ebrio. Entonces fue condenado a 18 meses de libertad condicional. Phelps, ganador de 18 medallas doradas en Juegos Olímpicos, había anunciado en el cierre de Londres 2012 el final de su carrera, pero en abril de este año volvió a competir en la piscina.