Contaba este lunes La Información que el presidente de La Liga, Javier Tebas, convocará una cumbre con el fondo británico CVC, ese que pone la pasta para que siga la fiesta, y la enorme mayoría de clubes (todos menos los díscolos Madrid, Barça y Athletic). El objetivo del cónclave es cerrar el acuerdo de esa operación financiera que tanto oxígeno dará al fútbol patrio. Y el lugar elegido para que todos se reúnan es Port Aventura.
Sí, el gran pacto se cerrará en un parque temático. Un dato revelador que pone en bandeja cualquier artículo crítico con los negocios del balompié. Pero si uno se pone a rascar, y servidor eso hizo para huir de la demencial guerra fratricida del PP, que ya parece más Falcon Crest que un partido político, encuentra la sorpresa de que la elección del citado parque no es casual. Porque resulta que Port Aventura y La Liga son socios para explotar el fútbol con nuevas fórmulas como restaurantes y videojuegos. Negocio en el que también está Kosmos, la empresa del barcelonista Gerard Piqué.
Resulta un tanto paradójico que Piqué y Tebas sean socios precisamente cuando el Barça, donde juega el central catalán, no acepta el plan del presidente de La Liga y guerrea en los tribunales para neutralizarlo. Pero en puridad ambas cuestiones son diferentes; y, además, ya es sabido que en los negocios, aún más que en la política, acaban apareciendo enlaces entre extraños compañeros que antes parecían enemigos.
Volviendo al hilo que nos ocupa, contaba también el citado periódico que la cumbre de Port Aventura va a servir también para que los señores de CVC, que van a poner mucho dinero y que hasta planean sacar el campeonato a Bolsa, comprueben de primera mano precisamente los avances de los negocios que unen al parque temático y La Liga. Por ahora, una línea de restaurantes, LaLiga TwentyNine's, y un vídeojuego prometedor, The Beat Challenge.
Los proyectos mentados merced al pacto entre Port Aventura y Tebas, con Piqué como socio, evidencian que en este deporte es necesario ser audaz para encontrar otras vías de financiación
En estos primeros movimientos los socios han invertido 10 millones de euros. El siguiente paso es una atracción en el parque que versará sobre fútbol, por valor de otros 40 kilos. Y el culmen, según las previsiones, es la puesta en marcha de un parque temático sobre La Liga que estará dentro del propio Port Aventura, para lo que la inversión total se elevará hasta los 100 millones.
Es obvio que la madre del cordero del negocio futbolístico en España está en el citado acuerdo entre La Liga y CVC. Pero los proyectos mentados merced al pacto entre Port Aventura y Tebas, con Piqué como socio, evidencian que en este deporte es necesario ser audaz para encontrar otras vías de financiación. Innovar o morir.
O, dicho de otra manera menos edulcorada, hay que sacar dinero de debajo de las piedras para mantener y propulsar un negocio cuyas carencias desnudó la pandemia y que, justo es decirlo, ya languidecía antes. Con lo desnaturalizado que está el fútbol, bienvenidas sean estas fórmulas de negocio si al menos ayudan a evitar que la mitad de los clubes acaben en manos de jeques, millonarios y fondos de inversión.