Por si su temporada con la Real Sociedad no hubiera sido suficiente, la gran Eurocopa sub 21 realizada por Iñigo Martínez y Asier Illarramendi ha llamado la atención de Barcelona y Real Madrid, los dos únicos clubes españoles que hoy por hoy podrían plantearse pagar sus cláusulas de rescisión -30 millones-, pues, al menos como punto de partida, el club que preside Jokin Aperribay no tiene ninguna intención de negociar su venta.
Si el Barça lleva tiempo siguiendo al central, el Madrid también tiene informes de sus técnicos que recomiendan su posible fichaje. En cuanto al centrocampista, Florentino Pérez también ha mostrado su interés, sobre todo tras comprobar cómo el nombre de Illarramendi ha sido vinculado a importantes clubes europeos que no quitan sus ojos del fútbol español.
En la Real son conscientes de que Iñigo, con contrato hasta 2017, e Illarra, hasta 2018, están en el escaparate, sobre todo tras ganar el europeo con la selección que dirige Julen Lopetegui. De ahí que se hayan adelantado a los contecimientos. Así, Aperribay habría instado a Barça y Madrid a no tocar a dos jugadores imprescidibles para el equipo que dirigirá desde este mismo miércoles Jagoba Arrasate.
En estos casos, siempre resulta clave la postura de los propios jugadores, quienes, en principio, ven con buenos ojos seguir jugando y creciendo en la Real. Al menos, la próxima temporada, en la que ambos tendrán la oportunidad de disputar la Liga de Campeones, suponiendo que el equipo donostiarra supere la eliminatoria previa. Cuestión a parte es la presión que reciban de sus agentes, 'IDUB' en el caso de Iñigo y 'Bahía', en el de Illarra, quienes, como es lógico, han recibido numerosas llamadas.
Desvinculado Joseba Llorente, a quien aún le restaba un año más de contrato, la Real busca ahora destino al uruguayo Ifrán. Un lateral izquierdo, toda vez que José Ángel regresa a la Roma tras su año de cesión, y un delantero son los objetivos de la secretaría técnica que dirige Loren. Sin embargo, la prioridad en los despachos de Anoeta es clara: mantener a los jugadores que tienen, empezando por Iñigo e Illarra, a día de hoy los más codiciados.