El mismo día en que su malograda pareja habría cumplido 30 años, Oscar Pistorius, primer corredor con las piernas amputadas que consiguió participar en unos Juegos Olímpicos, fue informado en una vista que podrá ser condenado a cadena perpetua en el caso de ser hallado culpable. De dictarse ese castigo, Pistorius, que tiene 26 años, sería sentenciado a un mínimo de 25 años de encarcelamiento en Sudáfrica.
El atleta, quien este lunes aseguró ante el Tribunal de la Magistratura de Pretoria que desconocía los cargos que la Fiscalía tenía contra él, estuvo rezando en compañía de sus hermanos Carl y Aimee hasta minutos antes de conocer su acusación formal de asesinato. A su entrada, vestido con un traje oscuro y sobrio, encontró a su hermana sumida en el llanto. Le tendió la mano y, juntos, los tres hermanos Pistorius iniciaron una oración silenciosa, dando la espalda a los fotógrafos, momentos antes de que diera comienzo a la sesión.
Se encontraba bien, "dadas las circunstancias", según corroboró al magistrado Desmond Nair el atleta, apodado "Blade Runner" ("Corredor cuchilla") por las prótesis de carbono que utiliza para correr. Al conocer que podría enfrentarse a una larga condena, el velocista lloró y se secó las lágrimas cabizbajo y emocionado ante el tribunal, donde se encontraban los parientes de la mejor amiga de su novia, los Myers.
Miembros de esta familia están llamados a declarar en el juicio, que se celebrará hasta el 20 de marzo, junto a un centenar de testigos convocados por la Fiscalía. Médicos, expertos en balística y forenses también figuran en la lista de las 107 personas que deberán testificar ante el Tribunal Superior de Pretoria, al que se ha trasladado la causa tras la vista.
El juicio comenzará semanas después del primer aniversario de la muerte de la modelo, la madrugada del pasado Día de San Valentín, cuando el cuerpo de Steenkamp, de 29 años, fue encontrado sin vida con varios disparos en la casa del atleta en Pretoria. El corredor ha confesado que disparó a su novia al confundirla con un intruso que había entrado en su domicilio. "Disparé un tiro -arguyó el velocista- y le grité a Reeva que llamara la Policía, pero al regresar a la cama ella no estaba allí".
El escrito de la Fiscalía presentado en el tribunal mantiene, sin embargo, que Pistorius mató a su novia de forma premeditada, y además suma el delito de tenencia ilegal de armas. El sudafricano seguirá en libertad provisional hasta el juicio, condición que le fue concedida ocho días después del suceso ante la inconsistencia de las pruebas aportadas por la Fiscalía.
Al finalizar la vista, que no duró más de 15 minutos, Pistorius fue abrazado por su familia y juntos fueron escoltados fuera del juzgado por una veintena de agentes. El cinturón policial aisló al acusado del enjambre de periodistas que intentaron acceder a él a la puerta del juzgado, donde habían esperado desde primera hora de la mañana.
También en el exterior, un activista en defensa de los derechos de los presos sudafricanos, Golden Miles Bhudu, ofrecía "consejos gratis" al deportista, encadenado y vestido con un uniforme naranja de presidiario. "Oscar Pistorius, no necesitas asesores ni los mejores abogados en la tierra. Lo único que necesitas es decir la verdad. La verdad nos hará libres", rezaba su cartel.