El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, proclamó este miércoles que su ciudad, a nueve días de la inauguración de los Juegos Olímpicos, es "una de las más seguras del mundo".
"Los turistas no tienen de qué preocuparse", dijo Paes durante la ceremonia de inauguración de un centro de prensa donde podrán trabajar los periodistas no acreditados para los Juegos Olímpicos.
No obstante, reconoció que la región de Deodoro, donde se encuentra el segundo núcleo deportivo más importante de los Juegos Olímpicos, es una de las "más violentas" y con menor índice de desarrollo humano de la ciudad.
"Los turistas no tienen de qué preocuparse", asegura Paes
Para garantizar la seguridad de los Juegos se han desplegado cerca de 22.000 militares, que están patrullando las calles de los barrios turísticos y también vigilan las principales avenidas y carreteras de acceso a la metrópoli.
Los índices de violencia han mejorado de forma palpable en la última década, pero Río de Janeiro, ciudad en la que viven cerca de seis millones de personas, continúa registrando asesinatos diariamente y un alto número de robos.
En la capital regional se registraron 1.562 homicidios el año pasado, una media de cuatro por día, según estadísticas oficiales, aunque la situación es más grave en otras ciudades colindantes a Río, que son más pobres.
Es más, casi al mismo tiempo que el alcalde sacaba pecho se registraron tiroteos en el conjunto de favelas del Alemão que obligaron a detener el funcionamiento de un teleférico que se ha convertido en un punto turístico.
Este mes de julio han muerto cuatro personas por balas perdidas, dos de ellas menores de edad, en diferentes tiroteos ocurridos en barriadas pobres de la ciudad olímpica.
Dos policías fueron arrestados este lunes por ser sospechosos de haber secuestrado el pasado sábado a un luchador neozelandés
La violencia de la policía también ha causado alerta en organismos que defienden los derechos humanos, que denuncian que, en muchos casos, los agentes realizan ejecuciones sumarias y también participan en otros actos delictivos.
El año pasado se produjeron 307 homicidios de sospechosos en supuestos tiroteos con la policía en la ciudad de Río, según estadísticas oficiales.
Dos policías fueron arrestados este lunes por ser sospechosos de haber secuestrado el pasado sábado a un luchador neozelandés, que no participará en los Juegos Olímpicos, para extorsionarle y robarle 2.000 reales (unos 625 dólares).