La Federación Internacional de Atletismo (IAAF) sancionó en noviembre a la Federación de Rusia y a sus atletas, después de conocerse la acusación de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) sobre un supuesto dopaje generalizado que contó con el respaldo del gobierno ruso. El Consejo de la IAAF votó de manera abrumadora (22-1) en favor de la sanción, que impide a los atletas rusos disputar los Juegos Olímpicos.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha negado que haya una trama de dopaje organizado por el Estado y que por ello no debe haber un castigo colectivo para los atletas rusos de cara a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, sino que los infractores deben ser sancionados de manera individual.
"La responsabilidad debe ser muy personalizada", señaló Putin en San Petersburgo en el Foro Económico Internacional. En este sentido, el jefe del Estado de Rusia también afirmó que fue un error politizar las cuestiones de dopaje.