El elegido por la UEFA para arbitrar la final de la Champions League 2024 de este sábado entre el Borussia de Dortmund y el Real Madrid en el londinense estadio de Wembley es el esloveno Slavko Vinčić (Máribir, 44 años), compatriota del presidente de la federación europea, Aleksander Čeferin. Una designación que no está libre de polémica en cuanto a la idoneidad de señalar a un árbitro de una liga menor por delante del inglés Anthony Taylor (45) o los experimentados y alabados Danny Makkelie (Holanda, 41 años) y Szymon Marciniak (Polonia, 43), por ejemplo.
Hasta la fecha, Vinčić no había arbitrado ni siquiera una semifinal de Liga de Campeones y, curiosamente, en dos de las tres veces que lo han elegido para dirigir cuartos, ha contado con la presencia de equipos españoles: Bayern-Villarreal (1-1 en 2022), Borussia Dortmund-Atlético de Madrid (4-2 en 2024), mientras que la tercera fue en 2023 entre Manchester City y RB Leipzig (7-0). En la segunda competición continental de clubes, la Europa League, donde no ha tenido tantas participaciones, el esloveno sí llegó a dirigir una final, la de 2022 entre Eintracht y Rangers FC (0-0 en el Ramón Sánchez-Pizjuán) que terminó en los penaltis con victoria de los alemanes. En este mencionado torneo, también ha sido elegido para dos semifinales: Arsenal-Villarreal (0-0 en 2021) y Bayer Leverkusen-AS Roma (0-0 en 2023). Entre las dos competiciones, Vinčić ha recibido un total de 52 designaciones desde su debut europeo en 2014 con un Zúrich-Borussia Monchengladbach de fase de grupos (1-1), de ellas, 30 han sido en la Champions, donde se estrenó con el empate a 1 entre Manchester City y Celtic FC en 2016 (fase de grupos).
Se trata, por tanto, del mayor reto de su carrera a nivel continental, aunque en su currículum ya destacan la Eurocopa de 2020, donde arbitró tres encuentros -entre ellos el España 0-Suecia 0 de fase de grupos- y donde se marchó a casa después de cuartos de final (Bélgica 1-Italia 2).
Slavko Vinčić, un árbitro de perfil bajo para una final europea
En comparación con el perfil habitual de árbitro que suele elegirse para la final de la Champions League, Slavko Vinčić tiene una carrera de poco reconocimiento internacional a sus espaldas. El premio le llega de forma casi inesperada -de no ser porque ya se le designó para una final de Europa League en la que no brilló-, muy al contrario que en otros casos, como pueden ser el de Mateu Lahoz (valenciano, en 2021), Marciniak (polaco, en 2023) o Turpin (francés, en 2022), que estuvieron muchos años en la lista de favoritos. Tampoco se le ha dado el reconocimiento en su despedida europea a Orsato (italiano, 48 años), al que sí le dieron la de 2020, igual que se la denegaron a Del Cerro Grande (madrileño, ya retirado), al que quisieron consolar con designaciones como cuarto árbitro en finales (Champions y Eurocopa).
La española es una de las federaciones en las que más árbitros deciden colegiarse, por lo que lejos de lo que suele pensar el aficionado nacional, es a la fuerza donde más competencia hay para llegar a la máxima división y, por lo tanto, uno de los países donde mayor nivel existe en esta parcela. UEFA y FIFA así lo reconocen, y por eso nuestros trencillas dan el salto directamente a la segunda categoría arbitral cuando son seleccionados como internacionales. Como suele suceder en los países del entorno, se trata de personas muy preparadas en todos los aspectos técnicos.
Sin embargo, este no es el caso de la liga eslovena, de donde es originario Slavko Vinčić. Al tratarse de un país donde hay menos árbitros, podríamos catalogar el nivel medio de talento más o menos a la misma altura que la que se puede ver a nivel regional en Alemania, Inglaterra o España. Si bien es cierto que Vinčić destaca sobre el resto de sus compañeros en su país, chirría en comparación con otros árbitros de la categoría UEFA Élite a la que pertenece, tanto en la gestión de partido, como en la determinación a la hora de sacar tarjetas o la comunicación verbal, apartados en los que destacan otros compañeros europeos del trencilla.
Su elección, por tanto, se ha motivado en gran medida por ser un árbitro casi desconocido para alemanes y españoles que puede pasar desapercibido si no se trata de un partido exigente donde, por suerte para él, uno de los dos equipos contendientes pueda imponerse con superioridad al contrario. En ese caso, el compatriota de Čeferin obtendría un gran broche en su carrera y la UEFA habría evitado exponer más de lo recomendable a sus mejores árbitros, que deberían ser la baza principal para la Eurocopa de este verano.
Detenido en pandemia en una redada contra la trata
En el año 2020, el esloveno apareció en la presa de su país por asuntos extradeportivos. Vinčić fue detenido por la policía de Bosnia-Herzegovina por estar presente en una comida en la que había personas que relacionadas con drogas, prostitución y evasión de capitales. En aquel momento, el trencilla era de uno de los deportistas más reconocidos de su país debido a que, como árbitro, se encontraba ya en la plantilla internacional de máxima categoría (UEFA Élite), por lo que no fue de extrañar que tras interrogarlo quedase rápidamente en libertad.
Vinčić, "orgulloso" por la designación
"Cuando recibí la noticia, fue un momento muy emotivo y todavía siento esas grandes emociones mientras hablo de ello, es algo muy difícil de describir", ha asegurado el árbitro en declaraciones a la web de UEFA. "Estoy orgulloso de mí mismo y de mi equipo, porque trabajamos muy duro juntos", en relación a sus dos asistentes habituales, que también lo acompañarán en este partido: Tomaž Klančnik (41) y Andraž Kovačič (38). Además, en el VAR, contará con la ayuda de un equipo capitaneado por su compatriota Nejc Kajtazovic, y por si fuesen necesario, en el campo de fútbol estarán presentes dos franceses: François Letexier como cuarto árbitro (ha sido elegido el mejor árbitro de la Ligue 1 esta temporada) y Cyril Mugnier (su asistente).
Se trata de un partido en el que el principal recibirá la nada desdeñable cantidad de 10.000 euros, que se suma a los 7.500 que cobró por el Dortmund-Atleti (es la cantidad estipulada para semifinales y cuartos) y 6.000 por el resto de partidos de la competición. Un año redondo en lo deportivo y lo económico para Slavko Vinčić, que también estará presente con su equipo en la Eurocopa de este verano en Alemania.