Con Puyol y Piqué lesionados, y con el canterano Marc Bartra condenado a seguir esperando su oportunidad,Tito Vilanova decidió alinear ante el Real Madrid a Adriano de central, en lugar de contar con el camerunés Alex Song, el millonario fichaje que el club realizó el pasado verano para contentar a su 'nuevo' entrenador, junto al de Jordi Alba. La decisión de no contar con Song no sentó nada bien en la Junta que preside Sandro Rosell. "Hemos pagado 22 millones por un futbolista que no puede jugar el clásico", comenta un directivo azulgrana.
Aunque el Barça cifró en 19 millones la compra del centrocampista del Arsenal, los tres millones restantes hasta alcanzar los 22 son en concepto de variables. Lo más paradójico del fichaje del camerunés es que, tal y como informamos en Voz Pópuli, Wenger no contaba con él y, de hecho, llevaba tiempo moviéndolo en el mercado. Cuando los gunners se enteraron del interés del Barça por Song, pararon su posible salida al Anzhi ruso y reorientaron la operación, evidentemente con el único objetivo de sacar más dinero por él.
Tras el partido contra al Real Madrid, Vilanova reconoció que había escogido a Adriano como pareja de Mascherano porque "Song se está adaptando muy bien, pero no es tan rápido como él y por el rival decidí alinear al brasileño". Este argumento no ha convencido en la Junta del Barça, sobre todo porque la idea era fichar un central y finalmente ficharon un centrocampista que, efectivamente, en sus orígenes jugó de central.
Aunque Zubizarreta dijera lo contrario, sabido es que el gran objetivo fue Javi Martínez, aunque los 40 millones de la cláusula de rescisión que el Athletic pedía por él, impidió que el Barça pudiera competir con el Bayern de Múnich, destino final del navarro.
