Insólitas imágenes en el Estadio de Vallecas. El coliseo del conjunto franjirrojo amanece por segundo día consecutivo con largas colas a su alrededor para poder conseguir un abono para la temporada 2022/2023. En plena era de internet, el club sigue abrazado un proceso físico de taquillas incapaz de absorber la ilusión rayista: tan solo posee hay tres puntos de venta para nuevos abonados.
El Rayo Vallecano es el único club de Primera División sin un proceso de venta de nuevos abonos online (los abonados sí pueden renovar a través de una plataforma) y esto es así, según fuentes del club, para ser justos con la gente que no tiene acceso o manejo de internet. "El primero que llega, se lo queda", señalan desde la entidad, desde donde no comprenden por qué tantas personas se han agolpado a hacer cola cuando la campaña de nuevos abonos durará 15 días. Contrasta con clubes como el Girona, que hasta ha eliminado el carnet físico (solo bajo demanda) para hacer todas las tramitaciones a través de la app oficial.
Las colas ya empezaron el viernes por la mañana. Un centenar de rayistas acamparon a las puertas de las taquillas para hacer noche, la mayoría de ellos para conseguir un abono en la zona de fondo, la más económica y también la que menos asientos disponibles tiene. Fueron los primeros de una fila que a las 9 de la mañana del sábado ya cubría casi tres de las cuatro fachadas que forman el estadio.
Cuando los tres taquilleros del Rayo Vallecano abrieron las puertas del estadio, comenzaron a entrar los aficionados para conseguir su abono. ¿El problema? Que la cola avanzaba muy despacio. Los aficionados consultados señalan que el sistema de gestión de asientos que tiene el club está obsoleto. La entidad, por su parte, afirma que si la cola no avanza es porque el proceso de abonar a un nuevo socio es lento por tener que dar todos sus datos y elegir qué localidad desea. "Con la recogida de abonos no ha habido problemas porque es un proceso mucho más rápido", señalan fuentes de la entidad.
Lo cierto es que las colas duraron todo el día y apenas avanzó unos pocos metros. A las 19.00, con en torno a 1.000 personas haciendo fila para conseguir su abono tras 12 horas de espera, un miembro del club informó que aquellos que no superasen la valla que daba acceso al estadio no iban a conseguir un abono ese mismo día y . Pese a ello, según denuncia el club, los aficionados no se movieron de la fila.
A las 19.30, los antidisturbios llegaron al estadio para impedir cualquier tipo de confrontación, con los ánimos muy caldeados entre los aficionados. Las taquillas, según defiende el club, cerraron a las 22.30 para atender a los abonados que sí lograron acceder al estadio antes de las 19.00. "No hubo ni una sola hoja de reclamaciones", señalan las fuentes consultadas.
Al cierre de las taquillas, unos 200 aficionados decidieron quedarse en la cola durante toda la noche hasta la mañana de hoy. Dotados de esterillas para poder dormir y mesas para poder comer algo, estos se han ido rotando a lo largo de la noche para poder acercarse a un supermercado a por comida o, los más afortunados, poder dormir en casa algunas horas. A medida que comenzó a salir el sol, nuevos aficionados llegaron para sumarse a la fila: sobre las 9 de la mañana de este domingo, el número de personas volvía a aumentar, cargando de trabajo a unos taquilleros absolutamente desbordados.
Desde el Rayo Vallecano señalan como el principal problema la capacidad del estadio, de 14.500 aficionados en el que caben 12.000 abonados. Estiman que se van a vender todos los pases de temporada para esta campaña y que creen que el problema de las colas se debe a "la alta demanda, ya que hay mucha gente interesada en abonarse y hay muy pocos sitios". También consideran culpable a la Comunidad de Madrid, propietaria del estadio, ya que no quiere vender el edificio al club, pero que tampoco aprueba una ampliación de aforo. Lo que no ven como solución, tampoco para futuras campañas, es la implantación de un modelo online, como el resto de clubes, que agilice el proceso.
Salvo por la versión del club consultada por Vozpópuli, el Rayo Vallecano se mantiene en silencio pese a las numerosas críticas vertidas. El club no ha publicado nada en sus redes sociales al respecto. Los únicos que se han pronunciado han sido algunos de los jugadores de la entidad, que han mostrado de forma velada su malestar con la situación. Óscar Trejo ha dicho en sus redes sociales que "solo queda agradecer - a la afición- que a pesar de que las cosas no las ponen fáciles, ustedes siempre responden, agradecerles en nombre del equipo". Mario Suárez, otro de los líderes del vestuario, ha colgado un mensaje similar: "A pesar de las dificultades, gracias afición".
Otros, como Óscar Valentín, han pedido a través de redes sociales que el Rayo utilice una plataforma online para los abonos, una herramienta que utilizan todos los clubes de élite desde hace años.