"Humildad no es una palabra hueca. Cuando la pido es porque sé que es el camino hacia el éxito". A diferencia de otros entrenadores que exhiben una falsa modestia, en el caso de Vicente del Bosque apelar a la humildad es un ejercicio de coherencia. Primero, consigo mismo, pues se sabe un privilegiado al contar con la mejor generación de jugadores que ha dado el fútbol español y vivir un tiempo en el que por fin se ha confiado en el talento en lugar de escudarse en la furia, excusa de los seleccionadores mediocres como, por ejemplo, Javi Clemente.
Y, segundo, Del Bosque es coherente con su manera de gestionar un grupo que lo ha ganado todo y, sin embargo, sigue a la sombra de Messi y Cristiano, los cracks de Barça y Madrid a los que se les publicita permanente e incansablemente. Es el propio Vicente quien así lo denuncia en declaraciones al diario 'AS': "Mientras estos grandísimos jugadores no han ganado nada con sus selecciones, España ha tenido un ciclo de éxito en el que ha ganado casi todo. ¿Sabe por qué? Porque España es un equipo, más allá de nuestras grandes individualidades, que también las tenemos. Pero ese espíritu de grupo es el que nos ha hecho redondear una era excepcional".
La reflexión del técnico salmantino esta hecha desde el sentido común: "La pequeña ventaja de España es que somos un equipo, más allá de nuestras buenas individualidades. No podemos olvidar que ahora estamos en la era de Messi y Cristiano, y podríamos añadir que también en la de Ribéry. Son estrellas que no han ganado nada con sus selecciones, que llegarán con hambre al Mundial de Brasil. En los tres casos acompañados por buenos equipos, como Argentina, Portugal y Francia".
El año 2014 es el año del Mundial de Brasil. "Sólo puedo llevar a veintitrés. Nos van a asaltar las dudas, como es natural", dice Del Bosque. "Porque malo del que no las tenga. Malo del que sólo tenga certezas. En esto no hay dogmas. Pero intentaremos ser justos y acertar. Dar con lo mejor para la selección". Lo dicho, humildad coherente, no impostada.