Zinedine Zidane, técnico del Real Madrid, encaró con tranquilidad las críticas que ha recibido por su planteamiento táctico en Varsovia en el empate ante el modesto Legia, y aseguró que vive con ellas "desde hace 30 años y no va a cambiar".
"No creo que sea justo o injusto lo que se dice, todo el mundo puede opinar. Hago un equipo no para contentar a un jugador, porque lo he sido y se que uno nunca está contento del todo. Se puede hablar de que ante el Legia con cuatro delante no estábamos organizados en el medio, pero si tuviera que hacer lo mismo lo haría. En vez de 30 minutos me habría gustado hacerlo 90, pero no puedo controlar las críticas", reflexionó.
Zidane asumió la culpa del mal resultado en Liga de Campeones y se mostró convencido de una reacción inmediata de sus jugadores ante el Leganés. "La responsabilidad la tengo yo y lo asumo completamente", dijo.
"Cuando las cosas van bien hay una parte mía también y cuando van mal asumo mi responsabilidad que es total. Soy el que tiene que transmitir a los jugadores lo que tienen que hacer en el campo y siempre será así, ellos no lo están haciendo tampoco mal".
Defendió el técnico madridista el nivel de sus futbolistas, sobre los que dejó ver que hay una exigencia máxima. "Tengo la sensación a veces de que lo estamos haciendo mal y no es así, podemos mejorar pero mis jugadores no están tan mal como parece".
Aunque demostró que las críticas no van a modificar su forma de entrenar al Real Madrid ni condicionar sus decisiones. "Las críticas siempre van a estar, yo no lo voy a cambiar. Lo único que me interesa es olvidarme de este partido porque tenemos uno importante ya. A veces no salen las cosas en el fútbol o no nos salieron desde los 30 minutos. Fue un partido raro, pero vivo con las críticas desde hace 30 años y no va a cambiar. Lo que voy a intentar es mejorar las cosas y nada más".
Pese a que el Real Madrid ha encajado gol en sus diez últimos partidos, Zizou sigue demostrando que no es un aspecto que le preocupe especialmente. "Hemos perdido estabilidad, es parte del fútbol que a veces te mete dificultades. No me preocupa. Está claro que encajar goles no me gusta y a los jugadores menos, pero sabemos que es cuestión de todos no solo de los cuatro defensas y un medio. Todos podemos mejorar".
Y dentro de lo malo, intentó el entrenador madridista hacer una lectura positiva del traspié ante el Legia. "A veces un partido así puede parecer que es malo pero yo pienso todo lo contrario, te puede venir porque sabemos lo que buscamos. Tengo la mejor plantilla del mundo pero no es suficiente, lo que tenemos que hacer es salir al campo y jugar a tope. Es la complicación de este trabajo, del futbolista, la constancia, ser constante. Es lo más complicado en la vida en general y en el fútbol".
El Leganés será el próximo rival del Real Madrid, un equipo que ha firmado nueve de sus diez puntos como visitante. "Es otro partido diferente pero complicado ante un equipo que fuera de casa se mueve bien y sabe jugar. Nosotros con máxima concentración lo que tenemos que hacer es un partido serio y dar el máximo para estar todos contentos".
Por último, defendió que la preparación física de su equipo es buena, aunque podía "estar mejor", y justificó la falta de tiempo para prepararla con partidos cada tres días. "Debemos mejorar, esta clarísimo, pero no estoy de acuerdo en que no hacemos dos o tres partidos buenos seguidos. Los hicimos antes de la racha de empates. No voy a buscar excusas, hay que trabajar en el campo para mejorar todo y dejar la portería a cero y meter goles".