Las polémicas en torno a Alfred García y Amaia Romero, de ‘Operación Triunfo’, no paran de sucederse. La última tuvo que ver con el polémico libro que el joven catalán le regaló a su novia por el día de Sant Jordi, ‘España de mierda’, que llevó a que la ganadora de 'OT' también bromeara con el asunto.
Éste fue el detonante para que muchos usuarios en las redes hicieran campaña contra ellos para que no representen a España en Eurovisión 2018, hasta el punto de que hay una petición en ‘Charge.org’ bajo el lema: “Apaguemos la televisión cuando empiecen a cantar Alfred y Amaia, España te lo agradecerá”. Una campaña emprendida claramente por los haters de la pareja.
A esta última polémica, hay que sumarle ahora la elevada cantidad de dinero que supone enviar a los dos candidatos elegidos para representar a España en el festival internacional que tendrá lugar en Lisboa. Nada menos que alrededor de unos 400.000 euros es lo que le cuesta a RTVE participar cada año en Eurovisión. Una cifra que se conoce desde hace unos años gracias a que el Tribunal Supremo obligó al ente público a difundir el presupuesto.
En el año 2016, con Barei, el gasto fue de 445.235,86 euros (uno de los más altos); en el año 2015, con Edurne, de 396.918,47 euros; en 2014, con Ruth Lorenzo, fue de 386.994 euros; en 2013, con ‘El sueño de Morfeo’, de 379.893 euros; en 2012, con Pastora Soler, de 426.483 euros; en 2011, con Lucía Pérez, de 418.102 euros; y en 2010, con Daniel Diges, de 382.742 euros.
El presupuesto de Eurovisión fluctúa atendiendo a dos partidas: los derechos de emisión (que se pagan a la Unión Europea de Radiodifusión y suele ser más o menos la mitad de la cantidad) y los gastos de producción para el canal, donde se incluyen los salarios de los comentaristas, desplazamientos, dietas, invitados, etc.
La que se llevó la palma en el mayor gasto fue Rosa López en el año 2002, con su canción ‘Europe's living a celebration’. La cantidad fue nada menos que 12.755.000 euros y su audiencia fue también sorprendente, 80,4%.
Este elevado coste nos hace preguntarnos hasta qué punto vale la pena seguir haciendo este desembolso y participar en este festival. ¿Sale a cuenta? Pues si nos atenemos al número de seguidores y fans del festival de Eurovisión, la respuesta sería que sí. Es uno de los eventos televisivos no deportivos que mayor interés genera en los espectadores y los datos de audiencia lo avalan, a pesar de que ha ido disminuyendo año tras año, mientras que el seguimiento a través de las redes sociales es mayor.
En 2017, con la participación de Manel Navarro, se obtuvo en 28,6% de cuota de pantalla, el peor porcentaje desde 2007. Muy lejos queda el resultado obtenido por Rosa López, de un 80,4%, y los más de nueve millones de espectadores que siguieron el concurso en 2008, con la actuación Rodolfo Chikilicuatre. En la edición de 2016, con Barei, TVE logró una audiencia muy similar, con 4.292.000 espectadores (pero mejor cuota, con el 29,8%).
Primeros ensayos y los diseñadores que les vestirán
Mientras España se divide entre los seguidores de Alfred y Amaia y sus detractores, la pareja se encuentra disfrutando de Lisboa desde hace unos días y ya han comenzado sus ensayos, el primero fue el pasado viernes.
Uno de los datos que también ha trascendido son los diseñadores que les vestirán para el gran día. Ella lucirá un diseño de Teresa Helbig, y él, de Paco Varela, en una clara apuesta por la moda española.
Además, contará con un momento muy emotivo, la reaparición del portugués Salvador Sobral, ganador el año pasado, que ya se encuentra recuperado del transplante de corazón al que fue sometido.
.@Amaia_ot2017 & @Alfred_ot2017 have taken to the #Eurovision stage for their first rehearsal and... we're not crying, you are! #AllAboard
?: Andres Putting pic.twitter.com/asboBvJdSn— Eurovision Song Contest (@Eurovision) May 4, 2018