La semana pasada, nos enterábamos de que Josep Santacana había retirado la demanda de divorcio que había interpuesto contra su exmujer Arantxa Sánchez Vicario en Miami. Este movimiento hizo pensar a muchos que se trataba de un paso para acercar posturas y tratar de mantener todos los bienes posibles ante la querella criminal que ha presentado el Banco de Luxemburgo contra el matrimonio.
Sin embargo, la retirada de la demanda de la corte de Florida escondía otra estrategia. El marido de la extenista hizo este movimiento para poder así presentar otra demanda de divorcio en España y que sea aquí donde se lleve el caso y se juzgue.
Ahora sabemos que la demanda ha sido admitida a trámite por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Esplugues de Llobregat. Los abogados de Santacana han explicado a que se debe: “Este Juzgado, por ser el de la nacionalidad común de las partes, tiene competencia judicial internacional para el divorcio y para el régimen económico matrimonial y está en mejor posición para valorar todas las circunstancias que rodean este caso y aplicar los capítulos matrimoniales sujetos al derecho catalán y declarar su validez, dado que el entorno de la señora Sánchez los está poniendo en tela de juicio en su feroz campaña contra el honor del señor Santacana a través de la prensa”, según informa ‘Confilegal’.
En la misma demanda los abogados de Santacana también alegan que el 17 de noviembre de 2008 la pareja “otorgó ante notario escritura de capítulos matrimoniales, donde consta que están sujetos en su matrimonio al régimen de separación de bienes vigente en Cataluña, y donde los cónyuges además pactan que su matrimonio se rija por la Llei 9/98 de la Generalitat de Catalunya de 15 de Julio, legislación que además ya les es de aplicación por razón de su vecindad (...) Pactan además expresamente para el caso de separación o divorcio la renuncia expresa, libre, espontánea y voluntaria a los derechos que pudieran corresponderles por razón de pensión compensatoria o compensación económica”.
Con este pacto, la pareja acordó la separación absoluta de bienes y la renuncia a reclamarse compensaciones en caso de divorcio. Además, según se puede leer en la demanda de divorcio emitida por los abogados del empresario, “las partes finalizaron su relación conyugal hace unos dos años, instalándose en dos domicilios diferentes”, y añaden: “Durante estos dos años que llevan separados, los niños han estado conviviendo con los dos padres en un régimen compartido. Como ambos trabajan y viajan, se han ido apoyando mutuamente en la crianza de los hijos en todos los aspectos, aunque en los últimos tiempos han aparecido desacuerdos entre las partes”. Sin embargo, Josep preferiría que el tema de la custodia de los dos hijos que tienen en común, se resolviera en Miami, donde residen los menores.
Según la versión de Santacana, el dinero de ambos siempre ha estado separado y él niega haber gestionado el dinero de Arantxa. Los abogados de Josep sostienen también que la deuda con el Banco de Luxemburgo es de Arantxa Sánchez Vicario y no de su cliente, Josep Santacana.