El empresario es uno de los tres empresarios más ricos de España, después de Amancio Ortega, presidente de Inditex y Juan Roig, presidente de Mercadona. El patrimonio personal de Rafael, según Forbes, ronda los 2.900 millones de euros, cantidad a la que habría que sumarle las acciones que posee cuyo valor estarían en más de 4.000 millones.
Por ello, la exmujer del empresario, de 44 años, está dispuesta a luchar y tratar de conseguir el máximo beneficio, después de estar casada con él durante diez años y tener tres hijas en común.
La expareja se vio las caras el pasado jueves para que el juzgado determinara qué medidas cautelares se van a adoptar hasta que obtengan el divorcio, quién se queda con la guardia y custodia de las pequeñas y se determinará el régimen de visitas si el juez considera que debe ser compartida.
Por el momento, lo que ha trascendido es que Astrid quiere que sus hijas sigan teniendo el mismo nivel de vida que tenían hasta antes de la separación y según ha publicado ‘La Vanguardia, le parece poco que cada una de sus hijas vaya a recibir 5.000 euros al mes, gastos educativos aparte.
Para ella demanda una pensión mayor de la que su ex está dispuesto a negociar, un millón y medio de euros aproximadamente, como medida compensatoria. Seguramente Astrid justifique que la cuantía debe ser mayor ya que ella es economista, trabajó en la banca Rothschild en París y dejó de trabajar en JP Morgan cuando se casó con Del Pino para dedicarse al mundo de la producción audiovisual, mediante Alwin Films.