Isabel Díaz Ayuso, como todos nosotros (la mayoría), ha vuelto al trabajo después de unas semanas de vacaciones. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha disfrutado de lo lindo su tiempo de descanso tras un año de lo más polémico y caótico en el trabajo, lo que ha acabado pasando factura en su vida persona.
Recordemos que a finales del 2020, Jairo Alonso e Isabel Díaz Ayuso decidieron darse un tiempo tras cuatro años saliendo. La razón indicada: el exceso de trabajo de ella. Sin embargo, tras cortar con el expeluquero, la del PP siguió quedando con hombres y amplió la familia nada menos que con dos perros. Una nueva responsabilidad (los canes dan mucho trabajo) que no ha impedido a la del PP viajar este verano a Ibiza (de nuevo) y a su pueblo (Sotillo de la Adrada, un municipio de Ávila, del valle del Tiétar a sólo cinco kilómetros de la Comunidad de Madrid), donde, por cierto, conoció a Jairo.
Tras días de descanso, Ayuso ha regresado a sus funciones al frente de la Comunidad de Madrid y lo ha hecho sorprendiendo a todos con un nuevo aspecto: ¿qué se ha hecho? Lo vemos.
Ayuso, irreconocible en su vuelta al trabajo: ¿qué se ha hecho?
Tal y como vemos en la comparativa de ambas fotos, de las que apenas distan cinco meses, Ayuso ha vuelto con una imagen muy distinta a la que llevaba luciendo el último año.
El primer cambio visible lo vemos en su peso: la presidenta ha adelgazado, por lo menos, más de ocho kilos. Lo notamos en sus facciones: mucho más marcadas y angulosas ahora.
Otro de los cambios radica en su pelo: ahora lo luce en un tono castaño más claro que el habitual moreno intenso al que nos tenía acostumbrados. Además, lleva mechas babylights en un rubio caramelizado, muy de moda ahora. Y, aunque es un dato pasajero, Ayuso ha iniciado el curso político mucho más morena, por lo que entendemos que sol no le ha faltado este verano.
¿Algún retoque?
Entre estas dos fotos que te mostramos a continuación también han pasado menos de cinco meses. Y observamos los mismos cambios.
Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que Ayuso no ha pasado por boxes, y si lo ha hecho ha sido simplemente para hidratar el rostro, pues no se observa ningún cambio en sus rasgos faciales más allá de los resultantes de haber adelgazado tanto.
Habrá quien crea que la presidenta lucía mejor antes, pero cabe recordar que la imagen actual de Ayuso se asemeja más a la que ha tenido siempre. Por tanto, se observa que la política se encuentra mucho mejor ahora que hace unos meses, cuando la crisis generada por la pandemia la tenía muy estresada.
Parece más joven
Sin ánimo de ser superficiales (más aún, pero esta sección es así, lector), nos atrevemos a afirmar que ahora la del PP parece muchísimo más joven que antes. Lo vemos en esta nueva comparativa:
¿Qué opinas tú? ¿También has notado el gran cambio?
