Pedro Sánchez está a punto de convertirse en presidente de España este martes, si todo sale según lo previsto. De este modo, Begoña Gómez revalidará con su marido una nueva legislatura en la Moncloa tras un año en funciones.
La mujer de Sánchez, no obstante, no ha cerrado el año como le hubiera gustado, pues los pormenores de las negociaciones de la investidura le han jorobado sus planes. Eso sí, parece que al cambio sale ganando.
Las Navidades truncadas de Begoña Gómez y Pedro Sánchez
Esta Navidad ha sido diferente para la pareja, que lleva casada desde 2006, pues no ha podido acudir a los destinos de invierno donde se los ha visto los pasados años.
Uno de ellos Cerler, en el Pirineo oscense, donde el matrimonio suele disfrutar de las navidades esquiando junto a sus dos hijas, Ainhoa, de 14 años, y Carlota, de 12. Este año, sin embargo, no han podido acudir ni a esquiar ni a La Mareta, en Lanzarote, donde la familia suele alojarse en una casa palacio ubicada en Costa Teguiseque, que es utilizada desde 1989 por Patrimonio Nacional y por Pedro Sánchez cuando acude.
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Las pasadas navidades se estima que el Gobierno desembolsó 30.000 euros en dotar a las instalaciones de cámaras y dispositivos varios que velasen por la seguridad del presidente, además de una nueva lavadora y aparatos de aire acondicionado, recoge 'Vanitatis'. A los 30.000 habría que sumarle los 10.000 euros mensuales que cuesta mantener la casa palacio.
Unas vacaciones diferentes pero con buen regusto, ya que a cambio de no poder haber ido a desconectar a lugares privilegiados tienen, si todo sale según lo previsto, cama en La Moncloa por varios años más.